Joan Roca reflexiona en A Coruña sobre la gestión de la incertidumbre en la era de la inteligencia artificial
SOCIEDAD
El jefe de cocina de El Celler de Can Roca comparte encuentro divulgativo con la psicóloga Laura Rojas-Marcos y la directora territorial del BBVA Guadalupe Hernández
05 abr 2024 . Actualizado a las 17:56 h.El más que reconocido cocinero Joan Roca, que lidera con sus hermanos El Celler de Can Roca de Gerona, elegido varias veces como el mejor restaurante del mundo, protagoniza junto a la reputada psicóloga Laura Rojas-Marcos y a la directora territorial de la zona Noroeste del BBVA, Guadalupe Hernández, el encuentro «Gestión de la incertidumbre en la era de la IA» que se emite a las 11.00 horas a través de la página web (www.lavozdegalicia.es) y las redes sociales de La Voz de Galicia.
El responsable de BBVA AI Factory, José Manuel López Pérez, entrevistado por la periodista María Meizoso, es el encargado de dar las claves sobre esta revolución tecnológica, que no es nueva, porque viene de la década de los cincuenta, pero que está experimentando en los últimos tiempos una evolución absolutamente acelerada, merced al desarrollo de los grande modelos de lenguaje impulsados por el deep learning, con ChatGPT de OpenAI como el más implantado.
El encuentro organizado por La Voz de Galicia, con la colaboración del BBVA, sirve como reflexión sobre esta revolución agitada por la tecnología, que exige un aprendizaje y una adaptación permanente. Un contexto que genera mucha incertidumbre, a nivel personal, social y corporativo, que solo se puede abordar desde la información y la formación. De hecho, estos expertos y reconocidos profesionales dan algunas claves a las que se puede recurrir para gestionar estos procesos tan cambiantes.
El encuentro también tiene una parte especialmente distendida en la que, a través de la aplicación ChefGPT, pensada para idear recetas de cocina con los productos disponibles, Joan Roca analiza un plato propuesto por la aplicación y tanto Laura Rojas-Marcos como Guadalupe Hernández observan, en clave de humor, lo que supondría aplicarle esta herramienta culinaria a la gestión de emociones o al diseño de productos financieros.