Los programas clásicos sostienen a la televisión lineal frente a las plataformas

j. moreno MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Carlos Lopez Alvarez

«Supervivientes» y «El hormiguero» conservan su fortaleza frente a novedades fallidas

31 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la tele cada vez arriesga menos es una evidencia. Las cadenas, en una época de fragmentación televisiva y con un consumo más dividido, van a lo seguro y suelen acertar. La audiencia prefiere lo conocido y no da muchas oportunidades a lo nuevo. Quizás sea esa la explicación por la que los programas más seguidos en la actualidad son los de siempre. Formatos que sabemos cómo funcionan, sus dinámicas y que en cualquier momento los podemos dejar de ver en el prime time y recuperar después sin perder el hilo. Incluso con aquellos presentadores que ya son rostros casi de la familia. Es, en definitiva, ver lo que estamos acostumbrados a seguir.

«Las productoras están viviendo una crisis de creatividad. Sus departamentos de I+D no dan con nuevos formatos que cuajen entre la audiencia y por eso recurren a programas tradicionales, que ya saben que han funcionado en otras cadenas u otros países», explica el director de estrategia de la consultora Dos30’, Álex Rincón. «No quieren invertir en algo nuevo que no tengan la certeza de que les va a dar un éxito y, por tanto, rentabilidad. Van a caballo ganador», añade.

Es el caso de La isla de las tentaciones, que acaba de despedir su séptima temporada en Telecinco como uno de los programas más competitivos de la televisión generalista. La de Mediaset vivía un momento agrio respecto a las audiencias, bajando a la tercera posición en la clasificación mensual, por detrás de La 1. Pero el reality show presentado por Sandra Barneda volvió a conectar con el público mejorando sus marcas respecto a la anterior temporada: las hogueras finales de las parejas fueron seguidas hace una semana por 17,8 % de cuota y más de 1,4 millones de espectadores. Algo similar ocurrió con lo nuevo de Supervivientes. El regreso de Jorge Javier Vázquez catapultó los números de la cadena hasta el 21,7 % de cuota de pantalla y 1,6 millones de seguidores. 

En Antena 3, la televisión líder, siguen ganando con formatos de décadas pasadas, como Pasapalabra, El hormiguero y La ruleta de la suerte. También El desafío vence a la competencia en la noche de los viernes, a la espera de Tu cara me suena, otro de los espacios más veteranos y competitivos de la televisión.

 Por el contrario, otras apuestas más recientes de nueva creación en las televisiones no han contado con el respaldo esperado. Baila como puedas, el concurso original de baile de TVE producido por Zeppelin, se estrenó con un 7,1 % de share y algo más de medio millón de televidentes. En su segunda entrega, el espacio de la cadena pública se derrumbó hasta un 5,5 % de audiencia y apenas 402.000 espectadores.

Tampoco funcionó la emisión en la noche del viernes de El mejor de la historia. Su mínimo fue de un 3,3 % de share, por detrás de La 2, lo que obligó a TVE a relegarlo al late night. Siguen funcionando MasterChef y Bake Off, en su tercera etapa en la televisión tras pasar por Cuatro y Prime Video. 

El futuro de la tele

Sin embargo, el experto no cree que este fenómeno y la ausencia de programas originales afecten a la televisión del futuro. «No es malo para la tele porque estos programas tienen audiencia. La gente los demanda. El día de mañana, cuando pase esta crisis de creatividad y surjan nuevos formatos, las parrillas se volverán a revitalizar y tendremos sabia nueva», expone.

Lo cierto es que, pese a los agoreros, la tele lineal sigue viva y sin síntomas de agotamiento. El 84,2 % del consumo audiovisual de los espectadores pertenece a la televisión lineal (78,4 % la sigue en abierto y 5,8 %, en canales de pago), mientras que el resto, 15,8 %, es de las plataformas de contenido bajo demanda, donde domina Netflix (4,8 %), seguida de Youtube (4,1 %) y Prime Video (2,3 %), según un informe de Dos30’ basado en los datos oficiales de Kantar Media. «La falta de creatividad no va a afectar a la salud de la tele en abierto, ni mucho menos», insiste Álex Rincón, quien también extiende este fenómeno a las plataformas OTT, con formatos como Operación triunfo, Sálvese quien pueda y Pekín Express, programas conocidos por el gran público y que suponen un riesgo menor a la hora de lanzar productos.