El viento retrasa la odisea de La Peregrina, pero no puede con la euforia de la tripulación

Bea Costa
bea costa A ILLA / LA VOZ

SOCIEDAD

Martina Miser

El velero iniciará el lunes como muy tarde el «Reto Astrolabio», que le llevará de A Illa al Caribe navegando como en el siglo XVII

27 feb 2024 . Actualizado a las 13:43 h.

La borrasca dio tregua en Arousa este sábado por la mañana dejando escapar algún tímido rayo de sol, pero los lobos de mar no se dejan engañar y sabían de antemano que no era un bien día para navegar. Pese a todo, La Peregrina desplegó al mediodía su velamen y puso rumbo a Ribeira para dar por iniciado el Reto Astrolabio, una aventura que la llevará hasta el Caribe como lo hacían los marinos del siglo XVII, guiándose con astrolabio, cuadrante, ballestilla, ampolleta y corredera de barquilla.

El capitán Javier Babé se obligó a desafiar a los elementos por exigencias del guion. Las cámaras y demás equipo encargado de grabar el documental en el que se recogerá esta odisea bañada en salitre estaban preparados en el puerto de A Illa y no era cuestión de que se fueran de vacío. De modo que dio la orden y La Peregrina zarpó al mediodía del sábado entre una gran expectación y flanqueada por la Nova Marina, la lancha xeiteira con puerto base en la localidad.

Martina Miser

A las pocas horas, el velero volvió a O Xufre para buscar refugio a la espera de que el suroeste amaine y entre el viento norte. «Para qué luchar contra el viento», apuntaba Alejandro Diéguez, uno de los miembros de la tripulación junto Jobó o dos Pelonios, Cristina, José Cuíñas, Cintia, Antonio, Thomas y «el capi» —así se refieren a Babé—.

Esta noche dormirán en los camarotes con la previsión de levar anclas, como muy tarde, este lunes a primera hora y con el propósito de no volver a tocar tierra hasta llegar a La Gomera, en donde un notario dará fe de que se desprenden de todos los instrumentos de navegación modernos e iniciarán un viaje de 3.000 millas hasta La Deseada valiéndose solo de herramientas renacentistas y la navegación a estima.

Martina Miser

Pese a los contratiempos iniciales, el Reto Astrolabio no corre peligro y el ánimo de la tripulación está intacto, afirman los protagonistas. «El ambiente a bordo es de euforia», relataba Diéguez, quien no oculta su emoción ante un acontecimiento que puede hacer historia y que se podrá seguir por internet a través de la www.retoastrolabio.com. La peripecia tendrá un narrador de excepción, el escritor Alfredo Conde, y dará lugar a una serie de seis capítulos. Al timón está Javier Babé, un madrileño afincando en Galicia que acumula 42 travesías por el Atlántico y una expedición a la Antártida y que sigue planteándose nuevos retos.