Un estadounidense demanda al fabricante por la muerte de su mujer después de ser intervenida por el dispositivo quirúrgico, que le quemó y desgarró el intestino delgado
13 feb 2024 . Actualizado a las 18:34 h.El robot cirujano Leonardo da Vinci se sentará en el banquillo. O, para ser exactos, los representantes de la empresa Intiutive Surgical que crearon la primera versión del dispositivo médico en 1999. Están acusados de la muerte por negligencia de una paciente, Sandra Sultzer, que falleció después de ser sometida a una fallida operación de cáncer de colon con el robot quirúrgico, que quemó y desgarró su intestino delgado. La paciente acabó muriendo en febrero del 2022 a causa de las lesiones.
La demanda federal por homicidio culposo fue presentada en un tribunal de Florida por el marido de la fallecida, Harvey Sultzer, que reclama daños y perjuicios al fabricante. La acción legal se entrega casi dos años después del fallecimiento de la mujer, tiempo que necesitó la parte demandante para acumular pruebas contra Intuitive Surgical, a la que también culpa de no formar adecuadamente al personal médico de los hospitales a los que vende los equipos. La empresa sí ofrece programas de entrenamiento, pero legalmente no puede exigir a los cirujanos que los completen.
En el caso de la operación practicada a Sandra Sultzer, la paciente sufrió después de la intervención dolor abdominal y fiebre, por lo que necesitó someterse a procedimientos adicionales. La demanda argumenta que Sandra sufrió una lesión térmica en su intestino delgado, lo que provocó una perforación. Finalmente murió en febrero de 2022 por la lesión que, según la demanda, le ocasionó la máquina.
De acuerdo con la acción legal presentada por Sultzer, la empresa Intuitive Surgical sabía que el robot tenía problemas de aislamiento. Estos podían provocar fugas de electricidad con la capacidad de quemar órganos internos durante una cirugía. A pesar de esto, los fabricantes no advirtieron sobre los riesgos al público. Y tampoco a la familia afectada.
Una investigación de la agencia estadounidense del medicamento, la FDA, realizada entre 2009 y 2011, encontró diversos informes sobre un desperfecto en el robot. Una pequeña funda de goma en el extremo del instrumento metálico para aislar el dispositivo Da Vinci tenía grietas que permitirían que la electricidad escapara. Al hacerlo, podía provocar quemaduras internas.
La empresa Intuitive Surgical ha sido objeto de al menos 93 demandas más por responsabilidad de su producto en los últimos años. Muchas de ellas por pacientes que resultaron con lesiones importantes tras un procedimiento en el que se utilizó el dispositivo.
El robot da Vinci permite una mejor precisión en las operaciones, lo que se traduce en un menor tiempo de convalecencia del paciente en los hospitales. Debido a sus enormes ventajas su uso se ha convertido en masivo en todo el mundo. De hecho, la mayor parte de los grandes hospitales gallegos cuentan al menos con un equipo que tiene una gran demanda, sin que hasta el momento se hubiera presentado ningún problema.