La luna Mimas de Saturno alberga un profundo océano helado

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

El hallazgo realizado a partir de los datos de la sonda Cassini contradicen las teorías de que el interior del astro es completamente sólido

07 feb 2024 . Actualizado a las 17:32 h.

En 1789 el astrónomo William Herschel descubrió dos satélites de Saturno: Encélado y el que luego se bautizaría como uno de los gigantes de la mitología griega: Mimas. Los datos que recogió la sonda Cassini en esas lunas heladas permitieron descubrir que Encélado oculta un océano con fuentes termales, cuyos productos se expulsan por penachos gigantes de hielo y gas hacia el espacio.

Mimas, sin embargo, que a algunos recuerda a la Estrella de la Muerte de La Guerra de las Galaxias, presenta una superficie llena de cráteres que no delata que haya esa gran masa de agua gélida debajo, pero eso es precisamente lo que ha descubierto un equipo de investigadores franceses revisando los datos que tomó la nave Cassini antes de su espectacular desintegración en 2017 en la atmósfera de Saturno.

Aunque algún estudio anterior ya lo sugería, según el nuevo artículo, que publica esta semana la revista Nature, el océano subsuperficial de Mimas es relativamente nuevo y aún está evolucionando.

Las simulaciones indican que apareció hace entre 25 y 2 millones de años, y que está bajo una capa helada de unos 20 a 30 kilómetros de profundidad. La interfaz océano-hielo alcanzó esta profundidad hace relativamente poco, menos de 2 o 3 millones de años, por lo que todavía no habría tenido tiempo de dejar huella en la superficie lunar.

Para llegar a estos resultados, los investigadores se fijaron en los datos de la órbita de este satélite. «Utilizamos decenas de miles de imágenes de las 19 lunas de Saturno para restringir completamente la dinámica orbital de todo el sistema», explica a la agencia de noticias científicas SINC el autor principal, Valery Lainey, del Observatorio de París, «y después, pudimos restringir el movimiento orbital de Mimas con tanta precisión que logramos detectar un ligero cambio en la deriva de la orientación de esta órbita en el espacio».

El nuevo análisis, dirigido por el astrónomo Valery Lainey del Observatorio de París, es el último de un creciente cuerpo de evidencia de un océano líquido escondido dentro de la pequeña luna. Eso significa que Mimas podría unirse a la larga lista de lunas del Sistema Solar sospechosas de albergar océanos líquidos, incluida la luna de Saturno Encélado; las lunas jovianas Europa, Calisto y Ganímedes, y varias de las de Urano. Pero Mimas es una rareza y su océano puede no parecerse a ningún otro del Sistema Solar.

La gran pregunta es ¿por qué apareció repentinamente el océano hace relativamente poco tiempo, cuando el Sistema Solar tiene unos 4.500 millones de años? Su formación requiere calentamiento interno, que en otras lunas se cree que es el resultado de una interacción gravitacional inconsistente con otros cuerpos. Durante la mayor parte de la historia del sistema solar, la órbita de Mimas con Saturno podría haber sido circular o casi circular, de modo que la interacción gravitacional fue bastante consistente.

Sin embargo, hace unos 50 millones de años, una interacción con una o más de las otras lunas de Saturno, como Dione y Titán, empujó la órbita de la luna a una forma más ovalada. Esto provocaría un cambio en la fuerza de la interacción gravitacional entre Saturno y Mimas, generando tensiones en el núcleo que generan calentamiento interno.

 Los hallazgos revelan que no siempre se pueden hacer suposiciones sobre cómo será un mundo oceánico. O, en otras palabras, no necesariamente se puede juzgar una luna por su corteza. Y, debido a que el océano de Mimas es tan joven, puede ayudarnos a comprender mejor cómo se forman, crecen y evolucionan los océanos globales.

 «Mimas ofrece una oportunidad única para estudiar la diferenciación inducida por el derretimiento y la alteración acuosa extensa impulsada por las interacciones agua-roca», escriben Lainey y sus colegas en el estudio.