Ingunn, un poderoso ciclón bomba en el Atlántico norte

SOCIEDAD

Windy

La borrasca perderá más de 24 milibares de presión en menos de un día, generando fortísimas rachas de viento

31 ene 2024 . Actualizado a las 18:43 h.

Los huracanes que nacen y crecen en las latitudes tropicales son temidos por sus fortísimas rachas de viento, las lluvias intensas y por la potente marejada ciclónica que impulsa una circulación vertical del océano que provoca graves inundaciones. Sin embargo, a veces una borrasca extratropical puede tener un impacto igual o incluso más devastador.

En las próximas horas Noruega recibirá la visita de un profundo sistema de bajas presiones bautizado como Ingunn que ha obligado el servicio meteorológico del país escandinavo a decretar una alerta roja por vientos que podrían llegar a rozar los 200 kilómetros por hora. Ingunn es un tipo de borrasca que no se ve todos los días. El calificativo explosivo se queda corto. Se trata, en realidad, de un ciclón bomba, ya que pierde más de 24 milibares en un día. De hecho, su presión mínima central desciende 27 mb en solo 18 horas.

Los modelos señalan que la presión central podría caer hasta los 942 mb, un valor propio de un huracán de categoría 3, aunque lejos de los récords en el Atlántico norte. El 10 de enero de 1993 se profundizó una hasta 914 mb entre Islandia y Escocia. En octubre del 2022 una borrasca situada entre la península antártica y la costa sur de América estableció en el récord mundial de baja presión con 888 milibares.

En general, los ciclones que pierden más presión son los huracanes y tifones. El mecanismo que provoca que la presión caiga en picado son las corrientes ascendentes de aire. En el caso de los huracanes se desploma por los ascensos convectivos que se alimentan del calor y la humedad que aporta el mar cálido. En el caso de las borrascas los ascensos son forzados por la corriente en chorro y no suelen ser tan intensos.

Un sistema meteorológico con una presión muy baja se traduce en vientos muy fuertes. Y eso es precisamente lo que va a producir Ingunn. Y aunque la región escandinava es un aérea climatológicamente acostumbrada a los fuertes temporales de viento, el paso de Ingunn podría dejar huella.

El impacto del ciclón extratropical se concentrará en el extremo norte del Atlántico gracias a la protección del anticiclón situado entre la Península y el Reino Unido. De lo contrario podría afectar a otros países. La previsión para los próximos días indica que se van a desarrollar nuevas y poderosas borrascas, pero ninguna de ellas conseguirá avanzar demasiado por el Atlántico debido al escudo anticiclónico. Hoy en Galicia se espera una jornada soleada y temperaturas por encima de 20 grados. 

La borrasca gallega más profunda

En esta ocasión Galicia se libra de una fuerte tempestad, pero la comunidad gallega conoce muy bien la furia ciclónica. En la memoria meteorológica de muchos gallegos y gallegas sigue intacto el recuerdo de los míticos Hortensia y Klaus. Sin embargo, la borrasca que pasó a la historia por su mínima presión no tiene nombre. Se formó el día 14 de febrero de 1941 en las Islas Azores. En sus primeras horas de vida, en realidad, sus registros podrían considerarse bastante discretos, ya que la mínima presión era de 990 milibares. Durante el ascenso hacia la Península empezó a perderla rápida e intensamente hasta los 955 milibares. Son unas cifras propias de un huracán de categoría 3. Para poner en perspectiva la mínima de Hortensia fue de 985 y la de Klaus de 964.

 

El 16 de febrero no solo era un potente ciclón extratropical, sino que estaba situado encima de la costa noroeste de la comunidad. Es decir, coincidían los dos factores que pueden dar lugar a un auténtico desastre, una profunda baja presión cerca de una zona habitada. Por si fuera poco todo ocurrió en los años de la Segunda Guerra Mundial. La información sobre lo que llegaba por el Atlántico no era precisamente algo que se compartiera. Fue un temporal que no se vio venir. En Galicia los testimonios hablan de un vendaval que arrasaba con todo y olas gigantes que causaron naufragios.