Despega con éxito el cohete con el que Estados Unidos regresará a la Luna 50 años después

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH | EFE

Será la primera vez que un módulo lunar privado opere en la superficie del satélite

08 ene 2024 . Actualizado a las 12:20 h.

Estados Unidos ha iniciado el regreso a la Luna 51 años después de la misión Apolo 17 tras el exitoso lanzamiento en la mañana del lunes desde Cabo Cañaveral del cohete Vulcan Centaur, que transporta el primer módulo privado que aterrizará en el satélite en toda la historia. La misión Peregrine, destinada a preparar el futuro desembarco del hombre en la Luna el próximo año, es una alianza entre la NASA y dos empresas privadas. United Launch Alliance (ULA) es la que ha desarrollado el cohete, mientras que Astrobotic, que también opera la misión conjuntamente con la agencia espacial, es la que ha creado el módulo lunar.

Cuando alcance el satélite por su cuenta, el Peregrine se convertirá en el primer módulo estadounidense en llegar a la superficie lunar en más de 50 años.

Además de la carga para la NASA, relacionada con su programa Artemis de regreso a la Luna, el Vulcan partió también con muestras de ADN de expresidentes estadounidenses y restos incinerados de actores de la serie televisiva Star Trek para la compañía privada Celestis con destino al «espacio profundo». Esta misión, sin embargo, es completamente independiente a la que llevará a cabo la NASA en colaboración con las empresas privadas.

«Estoy muy contento», escribió Tory Bruno, presidente y director ejecutivo de ULA tras el lanzamiento. En el caso del envío de la NASA se trata de la primera misión robótica comercial de la agencia estadounidense que llegará a la Luna. El alunizaje está previsto para el próximo 23 de febrero.  El módulo lunar pasará aproximadamente 10 días sobre la superficie del satélite recopilando datos científicos para allanar el camino para que la primera mujer y la primera persona de color exploren la Luna bajo la misión Artemisa. Será en el 2025, en una fecha aún por determinar.

El Vulcan llevar a bordo el módulo de aterrizaje lunar Peregrine, de la firma Astrobotic, que está previsto que aterrice en una región de la cara oculta de la Luna conocida en latín como Sinus Viscositatis, que en español significaría algo así como bahía pegajosa. La NASA pagará a Astrobotic 108 millones de dólares por llevar allí cinco experimentos, en el marco del programa CLPS (del inglés Commercial Lunar Payload Services), cuyo objetivo es abaratar el coste del envío de objetos a la superficie lunar.

Misión mexicana

Además de la NASA, el módulo lunar Peregrine también lleva instrumentos científicos de siete países, entre ellos una «ambiciosa» misión mexicana con diminutos robots para estudiar la superficie lunar. Los robots han sido desarrollados por el Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto de Ciencias Nucleares (LINX-ICN), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se trata de exploradores de unos 12 centímetros de diámetro y de menos de 60 gramos de peso que forman parte del proyecto Colmena, la primera misión lunar de este país. Cada uno de los robots cuenta con ruedas, sensores y computadoras a bordo que les permitirán la exploración lunar y de la minería espacial.

Según la UNAM, las dimensiones de éstos robots los colocarán a escasos centímetros de la superficie de regolito lunar, un polvo formado por granos sumamente finos, irregulares y abrasivos.

Cenizas y muestras de ADN 

Una de las cargas del cohete enviado este lunes lleva las cenizas y muestras de ADN de celebridades y figuras prominentes, entre ellos lo que se ha identificado como cabellos de los expresidentes estadounidenses George Washington, Dwight Eisenhower, John F. Kennedy y Ronald Reagan, de acuerdo con Celestis Memorial Spaceflights, una firma especializada en memoriales espaciales.

A ellos se suman los restos y muestras de ADN de Gene Roddenberry y su esposa Majel, ambos creadores de Star Trek, también de actores de esta mítica serie televisiva como Nichelle Nichols, DeForest Kelley y James Doohan, así como de Douglas Trumbull, creador de efectos especiales en películas como 2001, Odisea del Espacio.