Por primera vez en la historia de este clásico un chaval logra acceder a la «pantalla de la muerte» en el nivel 157 tras una partida de tan solo 38 minutos
05 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hay clásicos que nunca mueren. También en los videojuegos. Es el caso del Tetris, creado por el informático ruso Alekséi Pázhitnov hace ya casi 40 años en plena Guerra Fría. Su gran popularidad traspasó las fronteras de la Unión Soviética y se convirtió en uno de los pasatiempos digitales más populares en Occidente, sobre todo desde que se incluyó en el lanzamiento de la GameBoy, la primera consola portátil de Nintendo, en Europa y EE.UU. Protagonista de una reciente película rodada por Apple TV+, todavía hay muchos aficionados obsesionados con este videojuego clásico que parece no tener fecha de caducidad. Pero lo de Blue Scuti, un menor de tan solo 13 años, es ya de otro planeta. Se trata del primer jugador que ha llegado al final de un título que se creía inacabable.
«¡Oh, Dios mío! Me voy a desmayar», confesaba el chaval que lograba el pasado 21 de diciembre acceder a la ‘pantalla de la muerte’ en la versión para la NES, la mítica consola de sobremesa de Nintendo, en un vídeo de YouTube que se ha hecho viral. Algo que se creía imposible porque se pensaba que era un videojuego sin un final. Como es lógico, Blue Scuti se convierte así en el mejor jugador de Tetris del mundo tras lograr un récord de puntuación llegando al nivel 157 con 1.510 líneas de piezas eliminadas. Y todo ello en tan sólo 38 minutos. Una barbaridad.
Toda una hazaña teniendo en cuenta que los programadores de esta versión del videojuego ruso creada hace 34 años nunca pensaron que se pasaría del nivel 29 (tras eliminar entre 230 y 290 líneas), lo que explicaría que a partir de ese momento la velocidad con la que caen las fichas sea siempre la misma.
Precisamente, la «pantalla de muerte» tiene más que ver con un fallo del sistema, como la famosa y temida «pantalla azul» de Windows, que de un final en sí mismo como sucede con otros géneros jugables. Esto explicaría que comiencen a desaparecer aspectos visuales del juego como el color de las piezas o el indicador de nivel, ya que el Tetris ya no da más de sí en este nivel.
La herramienta del adolescente para poder llegar tan lejos se basa en una determinada forma de controlar el mando para que sea eficaz cuando las piezas caen a una velocidad endiablada. En concreto, el sistema se conoce como rolling y consiste en poner un dedo sobre la cruceta de dirección del joystick (a la izquierda o a la derecha) mientras se dan golpes en la parte inferior para presionar los botones. Muy fácil de decir pero increíblemente difícil de ejecutar. No resulta extraño, por tanto, que la comunidad gamer se haya volcado en el chaval convertido de la noche a la mañana en el nuevo héroe de los videojuegos. El anterior récord lo ostentaba PixelAndy que consiguió llegar al nivel 148 en noviembre del año pasado.