Álvaro M. Leiro: «Sempre traballei de forma autodidacta, tamén cando comecei con Loewe»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Leiro sostiene un haz de paja, materia prima de los bolsos
Leiro sostiene un haz de paja, materia prima de los bolsos Loewe

El cesteiro de Pazos, colaborador de la firma de lujo, obtiene el Premio Nacional de Artesanía

19 dic 2023 . Actualizado a las 12:38 h.

Loewe tiene un atelier en Pazos de Borbén. Lo regenta Álvaro M. Leiro, que acaba de recibir el Premio Nacional de Artesanía por toda una trayectoria creativa, en la que destaca el compromiso con su Galicia natal y la originalidad para rescatar prendas que habían caído en el olvido de muchos, como los carozos. «É moi forte. O nivel que houbo no certame é estratosférico. Síntome moi agradecido», explicaba ayer por la tarde por teléfono, mientras recorría las calles de Madrid, haciendo tiempo para dirigirse al aeropuerto y regresar a su tierra, la misma que inspira cada diseño que toca. «Son o terceiro galego en gañalo», recuerda, también orgulloso de los compañeros que lo consiguieron antes.

«O meu traballo é tradición, deseño e calidade», define. Insiste en el último concepto, resultado de lo que ha aprendido en el seno de Loewe: hoy en día el público no busca una producción en serie, sino productos «auténticos». Es la esencia de su trabajo como cesteiro.

«Sempre traballei de forma autodidacta, tamén cando comecei con Loewe», defiende Leiro sobre su trayectoria personal. Aterrizó en el sector de la artesanía en un giro de la vida que le impidió como continuar como capataz de una cuadrilla que desarrollaba métodos para la lucha contra los incendios forestales. «É a miña paixón», confiesa incluso convertido en el mejor artesano de España. Una lesión en una rodilla le obligó a dejar una profesión dedicada al cuidado del medio ambiente a través de la investigación de métodos para evitar más montes quemados. «Co meu equipo fixemos desenvolvementos realmente innovadores», rememora. Le dolían aquellas oleadas de humo que asediaban los montes del área metropolitana de Vigo en las décadas de los ochenta y los noventa. Entre este trabajo y el de artesano también se dedicó a la fotografía, capturando oficios en extinción a lo largo de toda Galicia, una muestra más de su obsesión por dedicar su trabajo al cultivo de la cultura regional.

Desde hace quince años, el oficio de artesano le ha permitido seguir trabajando al lado de la naturaleza. «O meu material favorito son as fibras vexetais», explica. El segundo, el cuero, dice, como haciendo un guiño a la petición que le formularon unos ojeadores de Loewe en la muestra Corazón da Artesanía de Agolada. Preguntaron a Leiro si era capaz de tejer el bolsito con juncos que exponía en su puesto. «Podo intentalo», recuerda que respondió. Y lo consiguió: sus diseños pasaron a formar parte del catálogo de la firma.

No hace falta preguntarle por la repercusión. Es consciente de la oportunidad que ha significado trabajar para esta gran casa de moda y la forma en que ha marcado su carrera profesional. «Empecei coa cestería e creo que revolucionei o oficio con métodos propios, como fabricando produtos de decoración», explica. Lo ha hecho siempre con técnica y cierto afán perfeccionista, el mismo que heredó de su padre y su abuelo, dedicado a las artes decorativas. Lo llevaba dentro.

De la mano de Loewe, Álvaro Leiro descubrió la artesanía de lujo. Tras entregar los primeros bolsos, la firma de lujo española le planteó una colección basada en las corozas, indumentaria de lluvia tradicional sobre la que el artesano llevaba meses documentándose. También se animó. El artesano documentó catorce modelos, de catorce comarcas gallegas distintas, y adaptó cuatro para la textil. Todos trenzados con cuero: dos redondos —uno con dos capas, como la coroza, otro solo con una— y otros dos estilo capazo, uno más grande y otro pequeño. Se presentaron en Milán.

Reconocimiento al producto

Los premios también reconocieron el talento ourensano. La manta D-Leite creada por el taller Rir&Co de Allariz, que lidera Inés Rodríguez, se hizo con el Premio Producto. «Está sendo todo moi intenso porque as candidaturas este ano eran dun nivel altísimo. Tiñamos moita ilusión e tamén moito respeto polos outros finalistas e a verdade é que non podemos estar máis contentos e máis agradecidos. Sentimos que se premiou o traballo de moitos anos e tamén a proxección artesanal que facemos dende o rural galego», decíaInés tras recibir la noticia del galardón.

Inés Rodríguez, artesana
Inés Rodríguez, artesana Santi M. Amil

D-Leite es una manta de bebé elaborada con fibra de proteína láctea, que se consigue a partir de restos de caseína que no son aptos para el consumo humano. Tras sintetizarlos, se mezclan con otras sustancias naturales hasta crear la fibra. El producto está hecho con ese material y con lana merina y consigue arropar al bebé conservando el momento de la lactancia y recordándole esa unión con su madre. «Pechamos un ano que foi moi bo en todos os sentidos porque o máis importante é que a manta gústalle á xente. Estamos recibindo moitísimos pedidos, que gardan historias moi bonitas e especiais detrás, e iso é o que máis nos enche», termina Inés.