El bosque vivo que cuida el hombre

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Santi M. Amil

La asociación Ridimoas gestiona en O Ribeiro un área natural vetada a la caza, a las prácticas agrícolas agresivas y protegida contra los incendios. Allí crecen especies como el cerezo de racimo o el acereiro

21 oct 2023 . Actualizado a las 21:22 h.

Hay un lugar en el interior de Galicia en el que la naturaleza se reconcilia con el hombre. Maltratada alrededor la vida de su suelo, bien con incendios bien con cultivos intensivos, y la de su fauna con actividades como la caza, existe un refugio que crece cada año y donde la flora y fauna autóctonas conviven en armonía. Es Ridimoas. Gestionado por una asociación de la que forman parte más de 1.200 personas, este territorio natural ubicado en el concello ourensano de Beade —con parte también en el de Leiro— es un ejemplo de ecologismo y conservacionismo en la comarca de O Ribeiro. Parcela a parcela, adquirida con las cuotas aportadas por los socios copropietarios, se han sumado más de 500 hectáreas de bosque protegido, con un ecosistema de transición entre la región eurosiberiana y la mediterránea. El proyecto surgió en 1977 en la Universidad Laboral de Ourense, donde daba clase Pablo Rodríguez Fernández, Oitabén, alma mater de Ridimoas.

El bosque se puede visitar, previo contacto con la asociación, con una excursión que se suele iniciar en un camino próximo a la singular iglesia parroquial de Beade, en cuyo entorno se puede ver otro elemento del patrimonio religioso, un calvario. Las visitas guiadas son, precisamente, una de las fuentes de financiación para mantener este territorio natural, donde se acometen trabajos de silvicultura, de plantación de guisantes, maíz o centeno para alimentar a las aves y también de rehabilitación patrimonial, como un molino.

El paisaje se diferencia según la altitud de las zonas. El paseo más asequible, a lo largo de unos dos kilómetros, discurre por el paraje de A Barbaña, con el curso de un riachuelo. En la zona alta hay un mirador desde el que se puede llegar a ver Pena Corneira o la sierra de O Faro. Entre las especies que se pueden visualizar se encuentran algunas amenazadas o raras en Galicia que en Ridimoas están hallando un hábitat adecuado para desarrollarse, como el acereiro o laurel de Portugal (Prunus lusitanica) o el cerezo de racimo o pau de san Gregorio (Prunus padus). Además de robles, pinos y castaños, en la zona del arroyo Caldelas hay especies como avellanos, sauces o alisos. En cuanto a la fauna, además de numerosas aves que se pueden avistar frecuentemente, conviven anfibios, lagartos endémicos y mamíferos como el corzo, el zorro, la gineta o el jabalí.

Protegerlos de los cazadores es una misión de la asociación Ridimoas. El profesor Oitabén realiza mediciones y resume los datos meteorológicos mensuales. Y la observación permite ver cómo afectan los cambios a la biodiversidad. Por ejemplo, este año se ha retrasado, por el calor, la apertura de los erizos de las castañas. Entre algunas de las causas de la desaparición de especies botánicas en O Ribeiro, la asociación menciona la destrucción de hábitats por desmontes, la utilización de pesticidas o herbicidas para uso agrícola, los incendios forestales o el cambio climático. La compra de tierras para ampliar la barrera del bosque frente a esas amenazas es la estrategia de la asociación.