El papa ante su sínodo más polémico: sugiere la bendición de parejas homosexuales

redacción LA VOZ

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Francisco se enfrenta a la oposición encabezada por cinco prelados conservadores en una asamblea en la que por primera vez tendrán voz y voto las mujeres y los laicos

04 oct 2023 . Actualizado a las 00:45 h.

El papa Francisco afronta a partir de este miércoles su sínodo de obispos más comprometido. Primero, porque por primera vez se dará voz y voto a las mujeres. Un total de 52 mujeres, entre ellas la teóloga española Cristina Inogés, tendrán representación en un foro en el que también tendrán cabida los laicos. Y, segundo, porque cinco prelados conservadores han expresado su oposición al pontífice ante la posibilidad de que la asamblea abra el debate al sacerdocio femenino, al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la bendición de los gais.

Un grupo de cinco cardenales conservadores publicó este lunes una carta en la que se enfrentan al papa por los temas y orientaciones que tendrá el sínodo de obispos, que desde este miércoles reunirá en el Vaticano a más de 400 religiosos y laicos de todo el mundo —de los que 364 son miembros con derecho a voto— para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia.

Los cinco purpurados —el alemán Walter Brandmüller, el estadounidense Raymond Leo Burke, el mexicano Juan Sandoval Íñiguez, el guineano Robert Sarah y el chino Joseph Zen Ze-Kiun— exhortaron a Francisco a aclarar si al sínodo, dada la presencia de laicos, se le puede conceder la autoridad que siempre ha pertenecido exclusivamente al papa y a los obispos, además de reclamar respuestas de Jorge Bergoglio sobre tres puntos específicos de lo que será la discusión sinodal: la bendición de las parejas homosexuales, la ordenación de mujeres al sacerdocio y la absolución sacramental dada a todos y siempre, sin condiciones.

La polémica está servida porque en una carta de respuesta a sus críticos ha sugerido que las personas en uniones del mismo sexo podrían ser bendecidas por sacerdotes católicos «caso por caso». El pontífice reiteró que la Iglesia solo reconoce el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, pero abrió la puerta a las bendiciones de individuos en uniones entre personas del mismo sexo.

«Cuando se pide una bendición se expresa una petición de ayuda a Dios, una oración para poder vivir mejor, una confianza en un padre que puede ayudarnos a vivir mejor», escribió el pontífice. Y añadió que el clero debe mostrar «la prudencia pastoral para discernir adecuadamente si existen formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmitan una concepción errónea del matrimonio». «No podemos constituirnos en jueces que solo niegan, rechazan, excluyen», añadió.

La respuesta del papa parece contradecir su declaración de marzo, cuando dijo que la Iglesia no podía bendecir las uniones entre personas del mismo sexo porque «no podían bendecir el pecado».

En el documento de trabajo que manejaran los participantes en el sínodo se determina que «existen personas que no se sienten aceptadas en la Iglesia, como los divorciados vueltos a casar, las personas en matrimonios polígamos o las personas LGTBIQ+ y también señalan formas de discriminación racial, tribal, étnica, de clase o de casta», que «llevan a algunos a sentirse menos importantes o menos bienvenidos dentro de la comunidad».

Se debatirá también la necesidad de una mayor presencia de la mujer en la Iglesia y la petición de «que se considere de nuevo la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado», para que puedan ejercer algunas funciones que ahora solo corresponden a los sacerdotes, aunque el texto no habla de sacerdocio.

Y volverá al debate en la asamblea otro de los temas que surgieron durante el sínodo de la Amazonia: la ordenación de hombres casados.  Aunque para ver resultados se deberá esperar a la reunión de octubre del 2024, la organización de este encuentro ha despertado las críticas del sector más conservador