¿Es posible que pueda haber diamantes en el monte Pindo?

SOCIEDAD

Huellas de una brecha explosiva formada en el Monte Pindo.
Huellas de una brecha explosiva formada en el Monte Pindo. J. R. V. R.

Un nuevo modelo apunta a que el preciado mineral también puede formarse en estructuras como la de Carnota y Dumbría

13 ago 2023 . Actualizado a las 09:41 h.

Los diamantes se pueden formar de un modo diferente a como pensábamos. Hasta ahora sabíamos que estos minerales para cristalizar requieren presiones y temperaturas muy elevadas, pero se creía que esas condiciones solo se conseguían en las profundidades de la Tierra. Luego los diamantes eran llevados a la superficie transportados por erupciones volcánicas explosivas llamadas kimberlitas, sincronizadas con los ciclos continentales (de tectónica de placas) que han definido la historia de la Tierra durante miles de millones de años. Lo que no estaba muy claro era cómo se movían los diamantes, aunque ahora se explica en un nuevo modelo.

La teoría clásica proponía que los magmas de kimberlita aprovechaban la disminución de la presión litostática producida cuando las placas tectónicas se estiraban o se separaban. Esta caída de presión facilitaba la subida del magma en penachos de manto o puntos calientes llevando las kimberlitas, con los diamantes, hasta la superficie terrestre, en un largo viaje de 2.900 kilómetros. Pero había una anomalía: solo en un 1 % de los casos la mineralogía de las rocas kimberlíticas tiene los minerales típicos de rocas procedentes del manto, es decir que las kimberlitas son casi siempre rocas mas superficiales (proceden de la litosfera continental a menos de cien kilómetros de profundidad). Y esto hizo pensar a los geólogos que los diamantes debían formarse de otra manera. Veamos el caso del noroeste de Iberia, donde está Galicia, que comenzó a formarse entre 380 y 370 millones de años antes de ahora, por la subducción de Gondwana por debajo de Avalonia, hasta crear Pangea.

Entre 20 y 30 millones de años después del inicio del hundimiento de la placa, y debido a su fusión, se crearon todos los cuerpos graníticos de Galicia. Hace aproximadamente 10 años un estudioso del Pindo, Pepe da Cañada, me mostró una estructura enigmática en ese granito que él interpretaba como un conglomerado sedimentario donde incluso creía reconocer huellas de fósiles.

Brecha de explosión

En el estudio que yo realicé pude identificar que se trataba de una brecha de explosión producida durante la intrusión del granito de O Pindo. Y esto me sugirió que se trataba de un fenómeno similar al de formación de kimberlitas de foco superficial, descrito recientemente por investigadores europeos y australianos en la revista Nature.

Y en mi opinión esto ocurrió en O Pindo durante la subducción que originó Galicia en el Paleozoico superior. El hundimiento de un material más frío y la subida de las rocas fundidas desde el manto caliente provocó el movimiento de los cuerpos graníticos que ahora vemos en superficie.

En procesos como este, dicen los geólogos del artículo de Nature, se pueden reunir los ingredientes necesarios y en las cantidades correctas para generar kimberlitas someras ricas en gas. Una vez formadas, por la flotabilidad que les dan el dióxido de carbono y el agua, ascienden rápidamente hasta la superficie con su preciada carga. Aunque este modelo complementa al primero que asociaba kimberlitas con las plumas del manto añade una posible alternativa a la generación de magmas diamantíferos en zonas de colisión, con subducción, de placas como fue Galicia en el pasado.

Juan Ramón Vidal Romaní Es catedrático emérito de Geología en la Universidade da Coruña.