¿Por qué la gripe aviar se resiste a infectar a los humanos? Esta es la clave

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

Aves sacrificadas por la gripe aviar en Valladolid
Aves sacrificadas por la gripe aviar en Valladolid Greenpeace

Los científicos han descubierto una defensa crucial que bloquea al patógeno cuando intenta invadir nuestro cuerpo.

28 jun 2023 . Actualizado a las 18:45 h.

El mundo ha superado la pandemia de covid. Pero puede que sea tan solo una tregua. No se sabe ni cómo, ni dónde ni, sobre todo, cuándo, pero los científicos llevan tiempo alertando de que surgirá un nuevo virus con capacidad para generar una nueva pandemia. Puede que sea dentro de muchos años, pero la ciencia trabaja ahora para identificar las nuevas amenazas y prepararnos ante ellas. En este escenario de riesgo hace tiempo que ha puesto la lupa en los patógenos que causan la gripe aviar. Y preocupan especialmente los brotes de la variante H5N1, que han alcanzado cifras récord de incidencia entre las aves en los últimos años y que incluso han traspasado la barrera de especies. Han infectado a mamíferos, como visones en Galicia, y a humanos, especialmente en Asia, donde han provocado muertes de personas con un estrecho contacto con los animales.

Son, en todo caso, infecciones muy excepcionales. Y este es el mensaje que han transmitido los expertos y las autoridades sanitarias. El virus H5N1 ha mostrado muy poca eficacia para transmitirse de las aves a las personas. Y ahora se sabe más del por qué de esta resistencia. Un nuevo estudio que acaba de publicarse en Nature ha identificado la proteína responsable de inhibir la replicación de este virus en seres humanos. Está localizada en el gen BT3A3 que actúa como un inhibidor específico de los virus de influenza aviar, tanto en cultivos celulares como en modelos de ratón, según se ha demostrado en el trabajo. En cambio, apenas tiene efecto en la protección de la transmisión de la gripe humana.

Los autores de la investigación sugieren que esta proteína con actividad antiviral evolucionó en los primates hasta llegar a nosotros.

«Este estudio aporta un gran avance en el conocimiento de los mecanismos moleculares innatos por los que los humanos nos defendemos de los virus gripales aviares. Los autores postulan que este nuevo elemento de resistencia podría tener un alto valor epidemiológico al asociarse con la capacidad de transmisión de los virus gripales aviares en la especie humana», explica Gustavo del Real, investigador del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), en una reacción recogida por SMC España.

Sin embargo, la amenaza no se ha despejado del todo y tampoco conviene bajar la guardia en exceso, como explica el propio Del Real. «No todos los virus de gripe aviar -advierte? son sensibles a esta proteína inhibidora. Por ejemplo, los de los subtipos H7 y H9, así como un alto porcentaje de cepas de H5N1 de alta virulencia, son refractarios a la acción inhibitoria de BTN3A3. Concretamente, los virus aislados en el brote de H5N1 que afectó a una granja de hurones en Galicia en el 2022 mostraban una mutación que les confería resistencia a BTn3A3 que el virus adquirió previamente en un hospedador aviar».

En una línea similar se pronuncia Ursula Höfle, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla-La Mancha: «Este amplio estudio basado en evidencia sólida trabajada con mucho detalle añade un gen a los ya conocidos factores que inhiben la transmisión de los virus de influenza A aviares a las personas y narra, a la vez, cómo la evasión de la inactivación por este gen ha permitido a algunos virus de influenza aviar adquirir potencial zoonótico e infectar a personas, especialmente en el subtipo H7N9, que fue el causante de una oleada de infecciones humanas en el 2013».

Para María Iglesias-Caballero, del Centro Nacional de Microbiología-Instituto Carlos III, estudios como este son vitales para «comprender los mecanismos de evasión del virus y la evolución de las proteínas involucradas en eludir la respuesta inmune, ya que esto proporciona una herramienta con un gran potencial para evaluar el impacto de las diferentes transmisiones de virus de aves a humanos que hemos estado analizando en todo el mundo».

Las posibilidades de transmisión de la gripe aviar a humanos siguen siendo muy bajas y las opciones de generar una pandemia, también. Pero mejor no bajar la guardia.

De hecho, se cree que la pandemia de gripe de 1918 comenzó en las aves y se estima que mató a 50 millones de personas. Los investigadores también revelaron  que una forma de gripe aviar llamada H7N9 desarrolló niveles más altos de resistencia a BTN3A3 en el 2011 y en el 2012, antes de que surgieran los primeros casos humanos en el 2013.

De esta forma, la evolución de las formas de eludir la proteína BTN3A3 es uno de los pasos que puede tomar la gripe aviar para infectarnos con éxito. Para poder detectar a tiempo este riesgo, los investigadores analizan de forma rutinaria el código genético de las gripes que circulan actualmente en las aves para identificar las peligrosas y abordarlas.

O, lo que es lo mismo, estudios como el actual ayudarán a prevenir posibles infecciones masivas de aves a humanos. En este sentido, el profesor Massimo Palmarini, director del Centro de Investigación de Virus en Glasgow, explicó a la BBC que «en un futuro no muy lejano podremos armar todas las piezas del rompecabezas. Así, a partir de una secuencia de un virus podremos decir que tiene un 90% o un 10 % de posibilidades de pasar a los humanos». En el primer caso se podrían introducir medidas específicas para ayudar a controlar los patógenos antes de que superen la barrera que les impide infectar a los humanos.

«Este tipo de conocimiento científico, junto con la vigilancia genética, puede ofrecer una ventana a los riesgos de enfermedades futuras para tomar decisiones de planificación de la salud pública», subrayó Stephen Oakeshott, jefe de infecciones e inmunidad del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido.