¿Comprar nicho está de moda? A los concellos más jóvenes les sobran y en los más rurales se agotan

Emma Araújo / Olimpio P. Arca SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

Ames ofertó 295 unidades enterramiento y solo adjudicó 23 sepulturas mientras Ordes tuvo que ampliar su recinto para hacer frente a la demanda, también de mausoleos

11 ene 2024 . Actualizado a las 09:21 h.

Disponer de un cementerio público es una obligación legal para cualquier municipio que supere los veinte mil habitantes, pero contar con un espacio para enterramientos también se convirtió en un objetivo de primer orden para aquellos concellos que incorporaron mucha población foránea en los últimos veinte años. Sin embargo, la construcción de este tipo de equipamientos no se ha visto acompañada de una demanda real por parte de la ciudadanía, sobre todo en concellos como Ames y Teo, los menos afectados por el envejecimiento demográfico y que construyeron cementerios con cargo al Plan E, aprobado en el 2008

La última convocatoria del Concello de Ames para arrendar unidades de enterramiento corrobora que la cultura de la muerte está cambiando en Galicia, ya que esta oferta, planteada el pasado mes de julio con 295 unidades de enterramiento, apenas generó demanda, dado que esta semana se adjudicaron una veintena, lo que se traduce en veintitrés sepulturas cedidas, incluidas los depósitos para cenizas. Y llama especialmente la atención que solamente una de estas adjudicaciones corresponda a un panteón, un tipo de estructura que en este caso está formado por tres nichos y un cenicero. El resto de espacios funerarios recién asignados en Ames corresponden a cinco depósitos de cenizas, nueve nichos y cinco tumbas individuales.

Los 295 espacios ofrecidos estaban repartidos entre 153 panteones de tres nichos y un cenicero, 65 panteones de cuatro nichos, veinte depósitos de cenizas, 263 nichos independientes y 57 sepulturas. Las modalidad de adjudicación que establece el Concello es la de concesión, bien por un período de 25 años o por 75. En el proceso que acaba de adjudicarse se formalizaron siete (un panteón con un cenicero, tres ceniceros independientes y tres nichos) durante 25 años. Y las trece restantes (dos ceniceros, seis nichos y cinco tumbas) lo hicieron por el triple de tiempo.

Antes de esta convocatoria, Ames planteó otras dos con una oferta similar que obtuvo la misma respuesta ciudadana: hacerse con una sepultura no es una cuestión de primer orden para el único concello de toda Galicia con saldo vegetativo positivo (más nacimientos que defunciones).

La escasa demanda de espacios mortuorios no es exclusiva de Ames, sino que esta tendencia se repite en Teo y Oroso, aunque en este último municipio lo es en menor medida. En el caso teense, el cementerio de Montouto tiene 576 nichos y hay 36 vendidos. Un decreto de la alcaldía del 2012 estableció un sistema de adjudicación de espacios funerarios que se ha desarrollado a cuentagotas, y que muchas veces llega cuando se produce un fallecimiento. De hecho, el año pasado solamente se adjudicaron tres nichos y uno de ellos tuvo que tramitarse por urgencia ante la inminencia del entierro. En el año 2022 se repite este número, con dos adjudicaciones también a contrarreloj.

Oroso también tiene espacios funerarios públicos de sobra, aunque en este caso la demanda es notablemente superior, ya que suma ochenta tumbas adjudicadas y el Concello tiene a disposición del vecindario otras 212. Próximamente habrá una nueva convocatoria pública para aumentar las adjudicaciones.

Frente a estos municipios sin apenas interés social por sepulturas en el área de Santiago, el caso de Ordes va en sentido completamente contrario. El cementerio municipal de O Balado ha vivido sucesivas ampliaciones de panteones para dar respuesta a la demanda vecinal. La última acaba de terminarse por parte de la empresa local SYR-AMG, y ha supuesto la construcción de 96 panteones, con un presupuesto ligeramente superior a los 524.000 euros para acometer estos trabajos.

El concejal de Obras de Ordes, José Antonio Cabeza, indica que de esa cifra de 96 hay que descontar 75 panteones que tienen nombres y apellidos de sus adjudicatarios. Porque la demanda existía ya antes de empezar los trabajos de construcción de la que es la novena manzana edificada en este camposanto ordense: «Nas outras fixéronse de 84 a 86 panteóns en cada unha. Esta é a máis grande», al sumar 384 nuevos nichos (4 por panteón). La ordenanza fiscal número 14, que regula la tasa del cementerio municipal, especifica las cuantías por la concesión durante 50 años: son 5.458,88 euros por panteón, o bien 1.364,72 por nicho.

La concesión por 50 años por columbario son 302,50 euros. Cabeza señala que se han construido, en el pasado mandato, cuatro edificaciones destinadas a este uso, cada una de ellas con 32 columbarios. Pero señala que, aunque las incineraciones se han incrementado en los últimos años, su demanda se queda muy por debajo de los tradicionales nichos y panteones. La última opción disponible en O Balado es la construcción de mausoleos: en este caso, el Concello aplica una tasa de 892,79 euros por metro cuadrado de terreno. Existen hasta la fecha siete construidos. Cabeza explica que el Concello se reserva algunos panteones ante cualquier contingencia, «porque así se contempla na propia lexislación». En todo caso, Ordes tiene garantizado espacio en su cementerio municipal para muchos años: «Queda outro tanto de terreo como o que se leva feito» en las manzanas ya edificadas.