«El Obradoiro, sufrimiento e ilusión», por Ricardo Aldrey

RICARDO ALDREY

SANTIAGO

El equipo llega en un buen momento a este final de temporada, con la capacidad suficiente para asumir el reto de ganar los dos partidos que le quedan

08 may 2024 . Actualizado a las 18:43 h.

El Obradoiro llega en un buen momento a este final de temporada, con la capacidad suficiente para asumir el reto de ganar los dos partidos que le quedan para salvar la categoría. En el último encuentro frente al Andorra jugó con una gran intensidad. Encontró el acierto y la regularidad que se le echó de menos en otros partidos, en otros encuentros que tuvo controlados durante muchos minutos, pero que por unas u otras circunstancias se le escapó la victoria. De haber tenido más suerte en esos momentos puntuales a lo largo de la temporada, seguro que el equipo no estaría en esta situación.

Ahora toca pensar en el Palencia. Es un equipo que está descendido, pero que no dará facilidades. Va a ser un infierno porque ellos también se juegan su prestigio. Pero veo al Obra muy estabilizado, con los jugadores nuevos muy adaptados. La llegada de Dotson y la recuperación de Mendoza son vitales para alcanzar la regularidad. Veo al Obra con mayor intensidad defensiva y con la máxima concentración en los últimos partidos.

Veo al Obra con muchas posibilidades de lograr la salvación, aunque en Palencia tendrá un difícil reto, pues todos los equipos de la ACB tienen un gran potencial. Palencia y Joventut son dos conjuntos a los que se les puede y debe ganar. Cuando el Obra está acertado desde la línea exterior tiene muchísimas posibilidades de superar a cualquier adversario, ya no solo esta temporada, sino en los últimos años. Cuando acierta en los tiros de tres las opciones son mayores.

Además, en los partidos más recientes los dos jugadores interiores están aportando muchísimas cosas. Tanto Pustovyi como Blazevic son fundamentales en esas rotaciones que le dan al equipo lo que necesita entre el juego interior y exterior, para descongestionar la zona y para liberar a los hombres de fuera.

Los equipos modestos, y en esto me incluyo yo, porque jugué en equipos modestos, siempre están con la soga al cuello. No solo esta temporada, sino en años anteriores también. A veces, cuando te liberas de esa presión al conseguir el objetivo con antelación, disfrutas mucho más.

El Obra es un club sufridor, que sabe pelear hasta el final. Sabe jugar en situaciones límites y eso es muy importante. Ya no solo hay que valorar los aspectos técnicos, tácticos o estratégicos. En estas circunstancias se llega al límite mental. Aquí el jugador tiene que pelear con su cabeza y saber controlar y gestionar la presión. Cualquier fallo penaliza y puede llevar al equipo al descenso. Estoy convencido que durante estos días tanto Moncho Fernández, como Víctor y Gonzalo están trabajando estos aspectos que son fundamentales. Tal vez eso sea lo más importante para un partido de estas características.

El Obra sabe sufrir y tiene mucha ilusión por conseguir el objetivo de la permanencia un año más en la élite del baloncesto español. Sabe sufrir hasta el final y llevar a sus espaldas la ilusión de toda una ciudad que quiere seguir en la ACB.