Verbeneros

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La polémica que ha provocado en Santiago el anuncio de que la Panorama repetirá concierto en la Praza do Obradoiro en las inminentes fiestas de la Ascensión (anticipado por la propia orquesta, porque el Concello aún presentará la programación esta semana) es una muestra más de que la sensibilidad por el cuidado del patrimonio ha pasado a formar parte de las señas de identidad de la ciudadanía, lo cual dibuja el ángulo más positivo de este asunto; pero, por otro lado, constata la permanencia de desajustes e incoherencias en el control de la relación entre las personas y los espacios más sensibles de la ciudad monumental. Lo ha dicho Carlos Fernández Coto (Apatrigal) y disparó la polémica al poner de manifiesto una obviedad: juntar a 18.000-20.000 personas en el Obradoiro botando al ritmo de un derroche de decibelios es una barbaridad. Ocurrió en la noche del jueves de la Ascensión del año pasado (en el 2022 fue la París de Noia) y volverá a ocurrir en la de este 8 de mayo para levantar el telón de los festejos. No hay que ponerse exquisitos centrando la cuestión en si la categoría del espectáculo musical es acorde con tan magnífico escenario monumental; nadie puede cuestionar la profesionalidad y la calidad de la Panorama, ni su decisiva contribución para elevar el rango del género verbenero, solo hay que ver el público, de toda edad y condición, que arrastra. Cosa distinta es que el Obradoiro exige una relación más amable y reposada con las concentraciones humanas, a las que, por otra parte, la plaza está tan habituada. Es incuestionable que allí encajan a la perfección los conciertos de público en silla, líricos como el del añorado Pavarotti, el jazz de Paquito D'Rivera y Michel Camilo o el pop tranquilo de Luz Casal con la Filharmonía, por citar a vuelapluma tres de los muchos que pasaron por allí más lejanos o más próximos en el tiempo. El Concello tendrá que hilar fino para fijar un aforo razonable para el concierto de la Panorama y cualquier otro que autorice en el Obradoiro, y controlarlo para que no haya excesos. No es coherente meter a 20.000 brincando sobre la piedra y luego exigir a los peregrinos que no se reclinen en las columnas del pazo de Raxoi. Es más apropiado el Monte do Gozo, aunque tal vez allí no llegaría tanto público. Disfrútenlo, con sentidiño.