Donar médula ósea salvó la vida de más de 70 gallegos en el 2023

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La Asociación Gallega de Trasplantados organizó una jornada para compartir experiencias de supervivientes, familiares de pacientes y profesionales

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Supervivientes, familiares de pacientes, hematólogos... Hay vida después de un diagnóstico de leucemia, linfoma o mieloma múltiple. Así lo expresaron los protagonistas de una jornada celebrada este viernes en el hotel Oca Puerta del Camino con el título El cáncer hematológico desde dentro: experiencias compartidas. Asotrame, la Asociación Gallega de Trasplantados de Médula Ósea, fue la organizadora de este evento en el que se incidió en la importancia de dar visibilidad a la enfermedad y de normalizar la donación de médula ósea, un gesto solidario que salvó la vida a más de setenta personas en el 2023 en Galicia

Testimonios exprés pusieron cara a lo que suponen los ciclos de quimio, las habitaciones de aislamiento, los miedos, el trasplante, las secuelas... Cómo la enfermedad impacta en la vida personal, profesional y en el entorno familia y cómo cáncer no siempre es sinónimo de muerte.

Jesús Cobelo, exciclista, Cristina Piñeiro, que fundó Asotrame, o Mario Álvarez, los tres supervivientes de esta enfermedad, transmitieron su experiencia en un acto en el que la asociación se marcó un reto: que ninguna persona se quede sin un donante de médula compatible. Porque sobre la donación de médula aún perviven mitos totalmente falsos como que hay punción lumbar, cuando se asemeja a una donación de sangre por aféresis, un acto sencillo y a la vez tremendamente generoso.

José Luis Bello, quien durante 31 años fue jefe del servicio de hematología del Hospital Clínico, destacó los recientes avances médicos y subrayó la importancia de apoyar la investigación en este tipo de enfermedades.