La reforma de O Pombal, en Santiago, arrancará en breve tras la doble licitación de la obra

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

La solución para García Lorca se alarga y se adjudicará aún hacia final de año

09 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

O Pombal cambiará radicalmente su imagen este año. Después del retraso que impuso la licitación fallida de septiembre, la reforma de la céntrica calle ya tiene adjudicataria. Será la misma unión temporal de empresas (UTE) conformada por Inside y Oviga que aspiró a transformarla entonces. La Xunta de Goberno cerró ayer el segundo proceso licitador concediéndole el contrato por 605.305 euros (el IVA supone otros 127.114), en la misma sesión en la que resolvió la dirección facultativa y dirección de obra a favor de Estudio Técnico Gallego S.A. por 25.950 euros (el IVA son otros 5.449).

La reforma tendrá una duración estimada de ocho meses, aunque no empezaría, como pronto, hasta mayo. Antes hay que notificar el acuerdo, firmar el contrato y realizar el acta de replanteo. Eso sitúa su término, como pronto también, en diciembre.

La calle se transformará en una plataforma única donde la combinación de materiales (hormigón pulido y piedra) diferenciará usos rodados y peatonales, aunque introducirá un pequeño desnivel entre la acera y la calzada para conducir el agua de lluvia hacia la red de canalización. Vecinos de la zona expusieron recientemente su temor a que la elevación de la rasante acabase ocasionando inundaciones, aunque el Concello afirma que ese resalto conducirá el agua de escorrentía a la red. Las canalizaciones de servicios se renovarán con esta reforma, con lo que, en el caso expreso de la recogida de pluviales, se mejorará la recogida, según el concejal de Obras, Xesús Domínguez. Además, se aprovechará para sustituir una antigua canalización de fibrocemento y para separar la red de pluviales y fecales.

El proyecto mantiene el carril bici, que vecinos de la zona tampoco acaban de ver adecuado dadas las dimensiones que tiene la calle, que perderá el uso peatonal en el margen pegado al muro. Ese será el espacio que se reservará para las bicicletas, aunque solo para el sentido de subida. Para la bajada compartirán la calzada con los demás vehículos.

La circulación peatonal se concentrará en el lado de las viviendas, en la acera derecha en dirección a Galeras, que ganará en amplitud, aunque incorporará mobiliario urbano e integrará varias plazas de parada para carga y descarga. La acera alcanzará su ancho máximo en el centro, con 3,10 metros, precisamente donde se prevén instalar las plazas de carga y descarga. Será de losa de piedra, lo que la distinguirá de la calzada, aunque el mobiliario urbano (jardineras, asientos, papeleras y farolas) contribuirá también a visibilizar esa separación. Una línea de piedra granítica separará también el carril bici del resto de la calzada. Esta cederá espacio, como en Concheiros, para la ampliación de los márgenes.

La reforma alcanzará al tramo entre el cruce de Campiño da Ferradura y la intersección con la travesía do Cruceiro do Gaio, donde los pasos de peatones se elevarán sobre la rasante de la calzada para contribuir a la reducción del tráfico rodado.

Junto con la adjudicación de la obra y la contratación también de su dirección, la Xunta de Goberno adjudicó ayer la dirección facultativa (68.909 euros, con IVA) de la reforma pendiente igualmente en la calle García Lorca, en Guadalupe, aunque esta obra tardará todavía algo más. Adjudicada en julio pasado, la empresa renunció a hacerla por sobrecoste y habrá que licitarla de nuevo, pero aún no se ha rescindido el contrato, aunque el Concello ya vio en diciembre que ese era el camino. Hasta entonces no podrá licitarse de nuevo. Pendiente del nuevo concurso, Domínguez no cuenta con que pueda adjudicarse hasta finales de año.