Fernando Cortizo: «La Galicia de la Santa Compaña es un patrimonio que debemos conservar»

manolo fraga SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El director de cine firma un documental con una veintena de testimonios personales y expertos

02 abr 2024 . Actualizado a las 18:48 h.

Fue veterinario antes de dar el salto al rodaje. Fernando Cortizo Rodríguez (Santiago, 1973) cambió la visión de su vida tras una circunstancia familiar: «El cine me apasiona y la veterinaria solo me gusta, así que un buen día decidí apostar por el cine, que ya era una afición que cultivaba desde joven. Grababa cosas en súper 8 y, al principio, todo era muy amateur». Pero con el tiempo Cortizo, que en esta materia se define autodidacta, empezó a estudiar, ir a cursos y a profesionalizarse. «Desde mi empresa, Artefacto, alternamos servicios y producción propia, pero esta no da dinero. En España vivir del cine solo es posible a través de las subvenciones, cubres gastos y poco más. Por otro lado, las salas de exhibición van a menos y las que quedan están en manos de las grandes distribuidoras norteamericanas, que dan prioridad a sus películas», según lamenta el cineasta que, sin embargo, firmó una cinta muy laureada en 2012, tanto en Galicia como en festivales internacionales. Se trata de O Apóstolo, una película de animación de aventuras y misterio, cuya acción transcurre en el Camino de Santiago.

 Su familiaridad con el mundo rural lo llevó en estos últimos años a investigar e interesarse sobre la Santa Compaña, hasta el punto de producir un documental de ochenta minutos, donde aparece una veintena larga de testimonios, tanto de personas que dicen haber visto esa reunión de las almas del purgatorio, como antropólogos, sacerdotes, magistrados, psiquiatras, físicos, inspectores de policía, toxicólogos o investigadores de fenómenos paranormales. «No descarté nada. Quise dar voz a todo tipo de persona que quisiera dar su versión del asunto. Y podríamos decir que todas dejan la sensación de que no se puede demostrar su existencia al cien por cien. Bastante gente me contó su experiencia personal, pero no querían salir en el documental», tal como explica Cortizo. El documental, titulado Buscando a la Santa Compaña, recoge el caso de dos mujeres que, estando juntas, vieron lo mismo en un mismo instante, un entierro en el bosque; y según supieron posteriormente, el padre de una de ellas fallecía en la emigración en ese mismo momento.

«En su gran mayoría, estos episodios se dan en el ámbito rural. Los antropólogos piensan que en la aldea se mantienen los lazos y los vínculos con la tierra y la naturaleza. En mi opinión el 99 % de los casos tienen una explicación científica; pero no descarto otro tipo de realidades, paralelas, que se nos cruzan. Como hombre de ciencias, tampoco descarto que estos fenómenos puedan ser explicados en el futuro», según afirma el creador que recorrió Galicia desde O Courel hasta las islas Cíes, o de Pontevedra a Ribadeo. «Lo pasé fenomenal y me apasiona el tema. Así que pienso seguir recogiendo vivencias de este tipo. Es el testimonio de una Galicia que se está yendo, por eso considero importante grabarlo con una cámara. Creo que es de enorme valor etnográfico para los gallegos. Me parece muy triste que dejemos morir esta leyenda, porque se trata de un patrimonio propio», advierte el profesional, que incorpora imágenes antiguas y noticias de prensa de la Galicia de los años veinte. «Es un documental muy entretenido, donde se habla de la muerte como algo emotivo y familiar», añade.

«Siempre he defendido que la mejor manera de hacer cine es contar las cosas de las que tú sabes y de dónde vives. En Galicia se ha tendido a despreciar las historias propias. Debemos hablar de lo nuestro, porque Galicia, además, es una tierra muy rica desde el punto de vista cultural y artístico», según destaca Cortizo.