El catedrático Ángel Carracedo habla sobre la medicina del futuro: «Debe ser 5P»

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Paco Rodríguez

Defiende que tiene que ser «personalizada, predictiva, preventiva, poblacional y participativa»

29 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El catedrático de Medicina Legal de la Universidade de Santiago, el genetista Ángel Carracedo, director ejecutivo además de la Fundación Pública de Medicina Xenómica, protagonizó un debate organizado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País en el que habló sobre el futuro de la medicina, que en palabras de este especialista, «debe ser 5P: personalizada, predictiva, preventiva, poblacional y participativa». Esto quiere decir que esta ciencia debe avanzar hacia un modelo con tratamientos específicos para cada grupo de pacientes y con análisis previos para saber cómo va a responder cada uno; debe anticiparse a la enfermedad; conseguir que el paciente sea el eje del sistema; y llegar a todos los usuarios por igual, sin distinción de ningún tipo.

En los próximos años, explicó Carracedo, habrá una revolución sanitaria con el auge de la medicina genómica, la epidemiología, la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología o la inmunología entre otros campos. Todos estos avances, «supondrán un especial impacto en los problemas ligados al envejecimiento y, por ende, en el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades neurodegenerativas y, en general, las relacionadas con la inmunidad».

Humana

A Carracedo le gustaría vivir una revolución en el entendimiento de los trastornos psiquiátricos y que el estigma que conllevan estas enfermedades por fin desaparezca. «Sobre todo espero que sea una medicina más equitativa y humana, en la que lo raro sea tan importante como lo común», indicó el catedrático. Muy relacionado con este humanismo se sitúa otro de los cambios que para el profesional debe introducirse en el modelo sanitario, «los médicos deben tener más tiempo para dedicarle al paciente y, así mismo, se tiene que imponer un modelo afectivo-efectivo; es decir, que se base en la combinación de curar y consolar». Esto no se conseguirá, concluyó, «si no se produce un cambio en el modelo educativo de las profesiones sanitarias, y en especial en la carrera de Medicina».