María Emma Mayo, profesora invidente de la USC, nominada a mejor docente de España: «Se habla de inclusión e integración, pero falta mucho para conseguirlo»

Belén Bertonasco, I. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

FELIPE ROGET

Sus alumnos fueron quienes la propusieron, por segundo año consecutivo, a los premios Educa Abanca

05 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En su camino profesional estaba la idea de ser doctora, pero una enfermedad degenerativa del sistema inmunológico no le dejó seguir con la carrera de Medicina que tanto anhelaba, ya que a los 19 años se quedó ciega. En el 2000, después de varios años de rehabilitación, María Emma Mayo Pais decidió estudiar Psicología en la USC, donde ahora ejerce como docente e investigadora. Sus alumnos fueron quienes la nominaron, por segundo año consecutivo, a los premios Educa Abanca a los mejores profesores de España. Emma es la primera docente ciega de la USC y de Galicia, pero su recorrido hasta donde está hoy no fue fácil. Cuando perdió la visión en la adolescencia se afilió a la Organización Nacional de Ciegos de España, que fue la que la ayudó en su rehabilitación, a obtener un ordenador adaptado que le permitiría tener autonomía y a aprender braille, el sistema de escritura para la gente no vidente. Emma finalizó sus estudios de Psicología en el 2005 y decidió comenzar el doctorado, por el cual obtuvo becas por su buen expediente académico. Su tesis doctoral estuvo enfocada en la «Discapacidad visual de un hijo en diferentes ambientes, como lo son las reacciones, afrontamiento y clima». Su expediente también la llevó a ganar, en el 2005 y 2010, el premio extraordinario de licenciatura y de doctorado, respectivamente, de la ONCE. En el 2009 ganó un premio de la USC presentando talleres escolares como espacios de sensibilización e inclusión para un colegio de Aguiño, donde los niños podían experimentar, por ejemplo, como los no videntes podían ver el mar, o con el cuento de «El Cíclope y la Luna» experimentar como comprenden los sentidos los ciegos. Actualmente, Mayo es docente en la Facultade de Psicoloxía de la USC y hace una observación importante sobre la facultad hoy en comparación con cuando comenzó su carrera de grado: «El sistema educativo no esta adaptado a los invidentes, hay barreras, como la de los ordenadores en el aula, que no están adaptados». La docente debe llevar su propio portátil, adaptado con un sistema de software llamado Jaws, para que pueda dar clases. «Se habla mucho de integración e inclusión, pero también falta mucho para conseguirlo realmente», afirma. Y pone un ejemplo elemental sobre las barreras existentes: los extintores ubicados a media altura sobresalen, en vez de estar metidos en la pared, por lo que «las personas invidentes se pueden lastimarse». En una de las materias de la que es profesora, «Trastornos del desarrollo y dificultades del aprendizaje», una de las actividades que se desarrollan en clase es la utilización de unas gafas para apreciar cuáles son las limitaciones de las personas con discapacidad visual. «A nivel social puede llamar la atención ver a una profesora no vidente en la universidad, pero cuando hay apoyo detrás, se puede tener una vida normal». Emma agradece el apoyo de sus alumnos, su familia y compañeros de trabajo, porque sin ellos no hubiera podido llegar a donde está hoy: «La prueba de mi desempeño como docente es que mis alumnos me hayan nominado».