El instituto de las mujeres sobresalientes

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En el Rosalía de Castro estudiaron las más destacadas empresarias, directivas y políticas de Galicia; hasta una ministra, Yolanda Díaz. Su fundadora, Pura Lorenzana, estaría orgullosa

04 feb 2020 . Actualizado a las 14:29 h.

En el año 1940, tras una extenuante lucha, la profesora Pura Lorenzana logró hacer realidad su sueño: fundar en Santiago un instituto femenino que permitiese emanciparse a las mujeres. Tuvo que romper muchas barreras, pero lo logró. Ese año empezó su andadura en el Gelmírez el Rosalía de Castro, uno de los mejores institutos de Galicia. Su visionaria fundadora no tardó en recoger los frutos de tan ingente labor, como se demostró cuando la mayoría de las alumnas de la primera promoción hicieron carrera, un reto difícil entonces.

Parte de aquella primera promoción que finalizó sus estudios en 1943 se reunió siete décadas después, en el 2013, para demostrar que la piedra que había puesto Pura Lorenzana se había convertido, con el tiempo, en una base robusta que daría pie a una nueva generación de mujeres que, despojadas ya del yugo de la dictadura y decididas también a deshacerse de otro que perdura en el tiempo, el del machismo, destacaron por sus estudios, sus profesiones y su currículo más allá de su género.

A lo largo de los últimos 77 años, por las aulas del Rosalía de Castro pasaron alumnas que, con el tiempo, se convertirían en profesionales de muy diferentes campos, y de aquellas orlas de los 70, los 80 y los 90 destacan nombres de directivas, investigadoras, empresarias y políticas. Hasta el de una ministra, porque quien ostenta la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, fue también alumna del centro.

La ferrolana Yolanda Díaz llegó con su familia a Santiago a mediados de los 80, un año después de que el centro se hiciese mixto. La suya fue una promoción muy fructífera, porque compartió aula con la exdiputada de Podemos Carolina Bescansa y con la diputada del PP Paula Prado. El que fue director del centro hasta el año pasado, Ubaldo Rueda, recuerda que Yolanda entró un año después que sus compañeros para cursar segundo de BUP. «Era caladiña, pero rematou cun expediente brillante». Sí se acuerda perfectamente de Bescansa, «que era moi reivindicativa». Eran los tiempos en los que la participación política y los debates irrumpían con fuerza en la sociedad, y la educación no era ajena a esos cambios. Sus profesores y compañeros recuerdan a una Carolina adolescente y combativa que ya entonces apuntaba maneras.

Una larga e incompleta nómina

Era la promoción que entró en el curso 1985/86, pero hubo muchas otras mujeres sobresalientes en sus aulas, antes y después de que se hiciese mixto. Como la que fue concejala del PP en Santiago, y más tarde conselleira, diputada y senadora, María Jesús Sainz. También la que fue una de las concejalas socialistas más jóvenes de Compostela, Delfa Losa, hoy prestigiosa abogada de un despacho, Delfa Losa Abogados, reconocido por Ardán como empresa de alto rendimiento. En la bancada del PP de Raxoi está ahora María Castelao, y en la del PSOE, Mercedes Rosón, Esther Pedrosa y Noa Díaz. La lista de políticas se completa con las conselleiras Carmen Pomar y Fabiola García. La psiquiatra y vicedecana de Medicina, Ángela Torres, que recuerda «los olores y sabores» que la llevaron a la adolescencia, y otras destacadas profesionales como Silvia Cortiñas, Luisa Seoane, Susana Cerqueiro, Lina Boado, Sagrario Maceira, Belén Bermejo, Teresa Calleja o Rebeca Domínguez engordan una lista incompleta por las muchas que faltan.

Ángela Torres no se olvida de los profesores: Javier Madriñán, Genoveva y Javier Reboiras, María Luisa o Genaro, entre otros muchos. Para Ubaldo Rueda, es el mejor homenaje que se le puede rendir a Pura Lorenzana, que se negaba a que sus alumnas se encorsetaran en el cliché de sus labores.

«Las mayores venían a vernos como si fuéramos algo paranormal»

Cuando Carlos Piñón finalizó la EGB, empezó el bachillerato en el instituto Rosalía de Castro. Esa experiencia quedó marcada en su vida, porque corría el curso 1985/86 y se iba a incorporar a la primera promoción mixta del antiguo Instituto Femenino. Y él venía del Seminario Menor. «Todo chicos, claro». Reconoce que al principio la situación era un poco extraña. «Éramos una media de cinco o seis en cada clase, y solo en primero de BUP, porque los cursos siguientes eran femeninos. Las chicas mayores estaban en la segunda planta y bajaban a vernos como si fuéramos algo paranormal», recuerda. Pero lo cierto es que una vez roto el hielo, Piñón y sus compañeros no podían estar más satisfechos. «Fue el primer año de Ubaldo como director, y la verdad es que los profesores nos tenían en palmitas, porque por primera vez había un equipo de fútbol en el instituto. Ahora sería distinto, pero entonces las mujeres no jugaban al fútbol».

No es el único que lo dice. Paula Prado, que es de la misma promoción que Piñón y que ya recuerda al actual director, Xabier Mouriño como profesor, asegura que los chicos «eran unos mimados». A algunos se los sigue encontrando y recuerda con ellos aquellos años. «Fueron maravillosos», dice con nostalgia la diputada popular, que también compartió aulas y pasillos con Carolina Bescansa y con Yolanda Díaz.

Lo mismo que Belén Bermejo, compañera de fatigas de la ministra de Trabajo tanto en las aulas del Rosalía como en la USC. «O Rosalía permitiunos entrar en contacto cun mundo de liberdade, foi unha auténtica aprendizaxe», recuerda esta doctora en Derecho, musicóloga y gerente cultural.

En el homenaje que se le rindió a Ubaldo por su jubilación, Carlos Piñón recordó «aqueles marabillosos anos» en los que se sentaba en un pupitre que compartía «á miña dereita con Paula Prado e á miña esquerda con Carolina Bescansa». Por algo sería.

Hoy, los antiguos alumnos preparan una comida de reencuentro. Será para nota.