Cámara... acción

Emma Sánchez Novás

RELATOS DE VERÁN

31 ago 2023 . Actualizado a las 10:03 h.

Aquel era el primer viernes de verano y, como de costumbre, íbamos de camino a casa de mis abuelos. Llegamos a la hora de comer. Mi mente desconecta cuando se ponen a hablar de «el futuro que quiero», o más bien el que ellos quieren. Para decirlo de forma clara quieren que deje de escribir películas, que es lo que realmente me hace feliz, y pase a escribir informes sentada en una mesa 8 horas al día. Aunque realmente yo ya había dejado atrás aquella fantasía; supongo que me había rendido: no había otra opción; tenían razón.

Esa misma tarde mi abuela llamó a mi puerta. Ella era la única que verdaderamente parecía entenderme cuando hablo de cine. Y aunque solo solíamos conversar cuando estábamos en la piscina o cuando cocinábamos entre las dos (que era algo así como una tradición entre nosotras), esa tarde vino a pedirme que fuera al desván a ordenar un poco o a rebuscar en alguna caja, «a ver si encuentras algo que te guste» y así de paso ordenaba allí arriba. Cuando subí, aquello realmente parecía una máquina del tiempo.

Había desde calentadores de los 80's hasta extraños tocados de los años 20. Después de unas horas rebuscando encontré un enorme baúl polvoriento al fondo del desván. Lo moví a duras penas (pesaba), y empecé a mirar lo que había dentro. Me quedé de piedra. Dentro había decenas de rollos de películas, pósteres, carteles de actores y actrices del Hollywood antiguo a los que reconocía. Pero sobre todo había papeles escritos a mano: parecían guiones. La letra era muy parecida a la mía, y yo estaba totalmente segura de que yo no había escrito eso. Todo cobró sentido cuando encontré una carta junto a una foto de un hombre y una mujer riéndose el uno con el otro. Reconocí el nombre de mi abuela en el encabezamiento. Pero lo que me dejó de piedra fue la firma al final: Dick Van Dyke. Le decía que había sido un placer haber escrito y dirigido aquella película juntos y que la echaría de menos pero que era hora de separarse.

Me pasé todas las vacaciones viendo las películas e investigando. Mi abuela había sido guionista. Ahora yo… ya no me iba a rendir.

Emma Sánchez Novás. 14 anos. Santiago de Compostela.