Juan Carlos I descansó el jueves y está previsto que salga hoy a adiestrarse en aguas de la ría

El segundo día del rey emérito en Sanxenxo, tras su llegada a la capital turística de las Rías Baixas el pasado miércoles, transcurrió con total tranquilidad, sin ninguna exposición de Juan Carlos I a las cámaras y fotos de los medios de comunicación. Esta es la segunda visita del anterior Jefe del Estado a Sanxenxo en lo que va de año y está previsto que se produzcan más, al menos una al mes, para que pueda participar en la liga española de embarcaciones de seis metros, que se disputará hasta noviembre en las aguas de la ría de Pontevedra. En otoño, además, tendrá lugar el campeonato europeo de esta categoría de embarcaciones deportivas y el rey emérito defenderá en esa ocasión su título de campeón.

Así pues, la jornada del miércoles fue mucho más tranquila de lo habitual, tanto en el puerto como delante de la casa de su amigo Pedro Campos en Nanín, donde se hospeda como ya es habitual en estas visitas. La intención del monarca emérito es normalizar su presencia tanto en Sanxenxo como en España y, de ahí, la frecuencia de sus visitas programadas, para así ir poco a poco restándole impacto mediático. Este perfil bajo o de mínima exposición a los vecinos y a los medios de comunicación es la postura adoptada por Juan Carlos I, en sus últimas visitas.

Por su parte, los operarios del puerto de Sanxenxo bajaron este jueves por la mañana el Bribón al mar, donde permanece atracado en el pantalán del fondo del espigón, junto a las lanchas neumáticas que se emplearán para hacerlo salir al mar.

La previsión para este viernes es que Juan Carlos I sí salga de casa para subirse al Bribón a media mañana y adiestrarse por la ría. Las mangas de la regata se librarán el sábado y el domingo, día este último en que se entregarán los premios.

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