La presidenta de Stop Accidentes, ante la polémica autovía que se construye en Pontevedra: «Invito al ministro a pulpo, pero que antes pasee por el Lérez»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Jeanne Picard, presidenta de Stop Accidentes, que reclama que no se siga ejecutando la autovía A-57 en Pontevedra.
Jeanne Picard, presidenta de Stop Accidentes, que reclama que no se siga ejecutando la autovía A-57 en Pontevedra. EDUARDO PEREZ

Jeanne Picard arropa a quienes luchan para que no se siga ejecutando la A-57 y confiesa que no entiende que el gobierno de Lores, «que es un ejemplo internacional a seguir, deje pasar algo así»

10 abr 2024 . Actualizado a las 14:55 h.

Veinte años lleva gestándose en Pontevedra la construcción de la A-57, en principio concebida como una circunvalación a la ciudad y actualmente prevista como una autovía, y otro tanto tiempo llevan los vecinos de las parroquias de Xeve y Bora luchando para dar un giro o directamente eliminar este proyecto. ¿Por qué lo hacen? Por numerosas razones, entre ellas el hecho de el trazado de la nueva carretera prácticamente calca al de la AP-9, que consideran que no responde a una necesidad real, que se trataría de construir por construir, y sobre todo y ante todo, que supone un hachazo en el corazón rural de Pontevedra. «Es nuestro muro de Berlín», dicen a menudo los afectados. A su causa se sumó esta mañana una voz conocida y reconocida en Galicia, la de Jeanne Picard, presidenta de Stop Accidentes y enamorada de los proyectos a favor de la seguridad vial y los peatones que son marca de la casa del Concello de Pontevedra.

Precisamente, fue por ahí por donde empezó ella, reconociendo que no entiende cómo un Ayuntamiento «que es un ejemplo internacional a seguir, permita algo así». Picard habló de todas las repercusiones negativas que tendrá esta obra, entre ellas llevarse por delante el proyecto para tener un camino seguro hacia el colegio de Santo André de Xeve, en el que la entidad que preside colabora mano a mano con las Administraciones. Picard señaló, dirigiéndose a Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible y por tanto máximo responsable de esta millonaria actuación viaria (solo un tramo de cinco kilómetros costará 105 millones de euros): «Invito al ministro a pulpo, pero que venga a ver esto, le llevamos a pasear por el río Lérez. Que esto, a mí que ya tengo una edad, me suena a Franco. Entonces había una canción que decía algo así como ´señor ministro, arréglenos la carretera´... ya tenemos muchas carreteras. Consérvenlas en buen estado y punto», indicó Jeanne Picard. 

En la misma mesa se sentaron esta mañana de miércoles Jeanne Picard, dos de las portavoces de la plataforma contra la A-57 y también Sabrina Portela, directiva de la asociación de padres del colegio de Xeve. Si bien repasaron todas las causas por las que están en contra de este trazado, del que se está ejecutando el primer tramo y está proyectado el segundo (que sería el que tocaría a Bora y Xeve) y el tercero (que llegaría hasta el municipio de Barro), la presencia de Picard y de la directiva del ANPA estaba justificada porque iban a hablar de la repercusión negativa que tendrá la autovía para el colegio de Xeve, ubicado en un cruce peligroso. De hecho, Sabrina Portela explicó que los padres llevan diez años peleando para que este centro cuente con una senda peatonal y que ahora mismo están en ejecución esos trabajos. Señala que el proyecto del ministerio tiraría abajo toda esa labor de la última década de la comunidad educativa, ya que en cuanto se haga la nueva carretera la autovía quedará a cien metros y posiblemente haya un enlace en el entorno de este colegio rural. Y añadió: «Nuestro colegio está en un entorno privilegiado, rodeado de naturaleza que se va a destruir. Tenemos unas condiciones que no solo atraen a la gente de las parroquias rurales, sino que vienen niños de Pontevedra, de la ciudad, porque tenemos un patio enorme, que presenta unos valores que a la gente le atraen. Todo esto se iría al traste con esa autovía». Añadió que será imposible dar clase si un día se ponen en marcha las obras, con todo el ruido que conllevarán. 

Sabrina Portela, del ANPA de Xeve, Jeanne Picard, de Stop Accidentes, y Estela Eirín y Mari Carmen Tenorio.
Sabrina Portela, del ANPA de Xeve, Jeanne Picard, de Stop Accidentes, y Estela Eirín y Mari Carmen Tenorio. Ramón Leiro

Jeanne Picard, por su parte, contó que Stop Accidentes lleva años haciendo un proyecto en el entorno del colegio de Santo André de Xeve, de la mano de la Xunta y el Concello, para lograr un entorno escolar seguro y saludable. Señaló que esta actuación está en la recta final y que espera que pronto haya una senda peatonal para que los niños puedan llegar caminando a las aulas sin que ello suponga un peligro. De hecho, el conjunto de obras programadas  en la zona en este sentido supera los dos millones de euros. Dice que, en este contexto, le llama muchísimo la atención que las Administraciones implicadas en mejorar esa seguridad vial, fundamentalmente la Xunta y el Concello, permitan «que todo esto vaya a quedar destruido». Y explica lo siguiente: «No puedo entender que un Concello como el de Pontevedra, que es un modelo internacional por cómo ha mejorado la calidad de vida de los ciudadanos vaya a dejar pasar esto. En estas zonas los vecinos viven en un entorno verde, con el río Lérez. Aquí hay toda una política medioambiental que se va a destruir con una carretera, que llaman autovía, que no va a ninguna parte. Ya tenemos una autopista para cruzar Galicia, Pontevedra no necesita una autovía». Indicó que Europa está reclamando menos vehículos privados y que «cuantas más carreteras, más circulación y más contaminación». Invitó a hacer las cosas al revés: «Tenemos carreteras convencionales y si hay dinero y fondos europeos, lo que hay que hacer es arreglar y conservar esas carreteras».

Picard hizo un llamamiento a la cordura, a no lanzarse a la construcción de una plataforma así sin tener claro su sentido: «¿A quién va a dar servicio esa autovía, dónde están los vecinos, dónde quedan las personas mayores o los escolares o los que van a trabajar a Pontevedra y no tienen un transporte público adecuado?. No pueden ni siquiera ir andando, que son cinco kilómetros nada más. Tenemos que dar servicio a los vecinos, calidad de vida. Una autovía no es la solución». Y ahí fue cuando invitó al ministro a que venga a Galicia, a que pasee por el río Lérez y los caminos del rural pontevedrés para que entienda que este proyecto no es sinónimo de calidad de vida para los vecinos. «¿Construimos por un lado y destruimos por el otro, es más importante el dinero o la vida?», se acabó preguntando a micrófono abierto. 

Así terminó una nueva comparecencia de la plataforma de afectados por la autovía, que está logrando apoyos de distintos ámbitos, entre ellos el de todas las organizaciones ecologistas. Y que recientemente anunció que la lucha se dirimirá en los tribunales, ya que se prevé denunciar ante la Audiencia Nacional el proyecto que se plantea para dar continuidad a la A-57; un vial preñado de polémica que tras años de obras aún no está concluido ni el primer tramo.