Alfredo Sánchez tiene 64 años y concatena condenas desde adolescente, cuando lideraba una banda en Pontevedra. En el año 1996 estaba inmerso en otra fuga de la policía por robos y fue entonces cuando cometió su delito más grave: coincidió en un pub con un joven, Manuel García, y le disparó.
El joven quedó en coma y falleció en unos meses. Mientras, el Rambo gallego estaba inmerso en una nueva huida que se alargó varios meses. Fue detenido en marzo de 1997. Sin embargo, su estancia entre rejas apenas duró siete meses: a finales de octubre protagonizó una evasión que las crónicas de la época describen como de película de la penitenciaria de Vigo. Se refugió en los montes de la frontera portuguesa y aguantó dos años: lo arrestaron en Ribadavia a mediados de noviembre de 1999. Desde entonces hasta el mes de febrero del 2022 estaba encarcelado en el penal de Monterroso.