Vía libre al plan de Pontevedra para suplir las zonas de bajas emisiones

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Pontevedra redujo en los últimos años en un 70% el tráfico en el centro urbano
Pontevedra redujo en los últimos años en un 70% el tráfico en el centro urbano CAPOTILLO

El Gobierno central autorizó el 27 de diciembre la excepcionalidad que pedía el Concello: ningún vehículo tendrá que pagar un peaje o portar una etiqueta ambienta para circular por la ciudad

12 dic 2023 . Actualizado a las 18:55 h.

Se hizo esperar, pero el Gobierno central aprobó el pasado día 27 de diciembre un Real Decreto de especial trascendencia para Pontevedra, ya que se trata de la normativa que viene a regular las zonas de bajas emisiones, que tienen que entrar en vigor el 1 de enero. Ese texto legal, publicado al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado, es clave para la ciudad del Lérez pues da luz verde a la excepcionalidad que el Concello, a través de la Red de Ciudades que Caminan, venía demandado del Ministerio para la Transición Ecológica y el Cambio Climático.

Esa excepcionalidad viene dada por el hecho de que Pontevedra ya cumple sobradamente con los parámetros de calidad del aire que persigue la normativa estatal, y por ello el Concello defendió que no necesita crear zonas con tráfico restringido en las que se cobre por entrar o solo se permita el acceso a vehículos con etiqueta medioambiental, que son las dos alternativas que daba la Ley 7/2021 de Cambio Climático y cuya aplicación regula el referido Real Decreto.

Pontevedra defendía una tercera vía, que era ahondar en políticas de reducción del tráfico urbano siempre y cuando se demuestre que la calidad del aire es óptima. Se trata de algo que lleva ejecutando el Concello más de veinte años y que ya ha dado sus frutos: el acceso en vehículo motorizado a la ciudad se ha reducido en un 30,1 % y al centro, en un 69,48 %, según datos que recoge el Plan de Mobilidade Urbanas Sostible (PMUS), aprobado el pasado mes de octubre. Esa reducción del tráfico se traduce en una más que óptima calidad del aire en el centro de Pontevedra. De hecho, la ciudad del Lérez y Logroño son las únicas de España sin contaminación por ozono troposférico, según constató un informe de Ecologistas en Acción este mismo año.

La alternativa propuesta por Pontevedra a las zonas de bajas emisiones fue declarar a todo el ámbito urbano — unas 490 hectáreas de superficie que abarcan el casco urbano, los barrios de Monte Porreiro, Estribela y O Burgo y la zona más urbana de la parroquia de Lérez— como «zona de tráfico reducido». Cualquier tipo de vehículo podrá circular libremente por esa zona, sin necesidad de etiquetas ambientales ni de pagar peajes.

Esa excepcionalidad ambicionada por Pontevedra la recoge el Real Decreto en su artículo 5.3: «Únicamente, y en casos debidamente justificados, se podrán establecer excepciones a las restricciones previstas». A partir de ahora, el Concello tendrá que remitir regularmente al Ministerio un informe que constate que la calidad del aire sigue cumpliendo los parámetros de la UE.

Respaldo en Madrid

En realidad, el Concello de Pontevedra no tenía ni la más mínima duda de que su situación especial iba a ser tenida en cuenta a la hora de aplicar la legislación ambiental. No hay que olvidar que en una de las reuniones que mantuvo el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), en Madrid, la secretaria general de Transporte y Movilidad, María José Rallo del Olmo, ya había expresado su voluntad de «no vetar soluciones que están funcionando».

Y más recientemente, el director general de la DGT, Pere Navarro, también se mostró favorable a la propuesta del Concello de Pontevedra: «Las zonas de bajas emisiones tienen como objetivo mejorar la calidad del aire, y ese no es un problema en Pontevedra desde hace muchos años».

 

El concejal César Mosquera dio a conocer este jueves los cambios normativos que afectan a la movilidad en Pontevedra
El concejal César Mosquera dio a conocer este jueves los cambios normativos que afectan a la movilidad en Pontevedra S.B.

Por lo tanto, desde el gobierno local solo se estaba a la espera de ver cómo encajaba el Gobierno central su excepcionalidad, y eso ha llegado por la vía de un Real Decreto aprobado solo cuatro días antes de la entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones. El concejal de Mobilidade, César Mosquera (BNG), se felicitó este jueves de que «Pontevedra entra no 2023 con este asunto claramente resolto».

El modelo de ciudad va camino de convertirse en una ley estatal

«Promover el desarrollo de modelos urbanos de proximidad a través de una planificación urbana que fomente las ciudades compactas». «La planificación del espacio urbano tenderá a reforzar el papel de las calles, plazas y demás elementos estructurales como espacios clave para la vida y las relaciones sociales». «Avanzar en una extensión generalizada del calmado del tráfico en las vías urbanas y la consideración específica de la circulación de vehículos de movilidad personal en relación con la seguridad de todos los usuarios del espacio público». «Fomentar la movilidad activa a pie en contraposición al estilo de vida sedentario, con la atención preferente a los peatones, facilitando itinerarios continuos y trayectos a pie en condiciones de seguridad y comodidad». «Crear entornos escolares y de formación seguros, saludables y sostenibles, fomentando los caminos escolares que permitan al alumnado desplazarse al centro educativo o formativo de forma activa y autónoma».

Los anteriores entrecomillados parecen sacados de un manual de estilo del Modelo Pontevedra, pues recogen literalmente políticas aplicadas en la ciudad en los últimos veinte años. Pero no. En realidad forman parte del Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 13 de diciembre y que ya comienza su tramitación parlamentaria. Este jueves, el concejal de Mobilidade, César Mosquera, se congratuló de que este anteproyecto de ley venga a ser «un calco de que levamos facendo en Pontevedra nos últimos anos». A su juicio, elevar las características de la ciudad al rango de ley estatal supone «todo un éxito para Pontevedra».