«La autopista del cambio no tiene límites de velocidad para el empresariado»

PONTEVEDRA CIUDAD

Ramón Leiro

El presidente de la Asociación de Empresarios analiza el pasado y futuro de la entidad en su cuarenta aniversario

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José María Corujo es el quinto presidente de la Asociación de Empresarios de la Mediana y Pequeña Empresa de Pontevedra, que acaba de cumplir cuarenta años de historia. Un largo camino andado y un largo camino por recorrer, que la entidad afronta con decisión y anticipándose en la medida de lo posible a los nuevos cambios que se avecinan y que desde el principio han sido el motor de Aempe.

-¿Cómo ha evolucionado la asociación en estos 40 años?

-Aempe nació en un momento en el que nuestro país se iniciaba una secuencia de cambios trascendentales. Se creó solo unos meses antes de la aprobación de la Constitución del 78 y al amparo de la primera ley sindical del 77. Nos enfrentábamos a una nueva situación social y económica y los fundadores de la asociación supieron ver la oportunidad de unir al empresariado en el momento justo. Desde entonces, Aempe ha ido evolucionando en función de los cambios que siguieron produciéndose en el mundo empresarial y en la propia sociedad.

-¿Qué retos tiene por delante la asociación?

-Seguir manteniéndose en la misma línea, adaptándonos a los nuevos tiempos, a los nuevos cambios que nos depara la era tecnológica e incluso anticipándonos a ellos en la medida de lo posible, que no es tarea fácil. El problema es que la autopista del cambio no tiene señales de límite de velocidad, es tan rápida y vertiginosa en algunos sectores, que cuesta seguirla. Nuestra mayor preocupación ahora es la incertidumbre legislativa, financiera y a todos los niveles, porque retrae las inversiones.

-¿Ha cambiado mucho el perfil de los empresarios en estos cuarenta años?

-Ese perfil es más profesional. Como ocurre en todos los ámbitos, las empresas cada día son más profesionales. Y en esa profesionalización Aempe también tiene una gran experiencia directa en las actividades y servicios de formación, orientación y apoyo que venimos prestando al empresario.

-¿Aempe es también catalizador de nuevos proyectos empresariales?

-Por nuestras oficinas pasan a lo largo del año entre 60 y 70 proyectos de emprendimiento, que orientamos y apoyamos en determinados aspectos. Unos avanzan más que otros y alguno se queda en el camino, pero es un servicio que prestamos muy importante.

-¿Cuál es ahora mismo el sector con más peso en Aempe?

-Está bastante repartido. En términos cuantitativos somos un reflejo del entorno en el que estamos asentados y lógicamente priman empresas de servicios, la hostelería y el comercio en general. Pero también hay algunas industrias, pocas, que destacan en volumen de producción y número de trabajadores.

-¿Cómo recibieron la noticia del cierre de Elnosa?

-El cierre de una empresa siempre es una noticia triste. Son puestos de trabajo que desaparecen y no estamos para echar cohetes.

-¿La crisis dejó mucha huella en el tejido empresarial pontevedrés?

-Como en todos los ámbitos. Lo que puedo decir es que la merma de asociados que pudo producir la crisis por la desaparición de empresas, tuvo como contrapartida un número similar de altas, en términos de pymes. Nos hemos mantenido en la franja de los 500 asociados, incluso en los momentos más duros.