Una treintena de testigos declararán en Pontevedra en el juicio por el crimen de Jessica Méndez

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

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El fiscal solicita veinticuatro años de prisión por un asesinato en el que aplica la agravante de cometer el crimen por motivos o razones de sexo

08 mar 2024 . Actualizado a las 20:33 h.

Cerca de una treintena de testigos está previsto que declaren en la Audiencia de Pontevedra por el juicio que, a partir de este lunes, sentará en el banquillo a José Carlos Eirín Iglesias por la brutal muerte de Jessica Méndez. De estos, nueve son guardia civiles, así como se contempla que comparezcan en la sala de vistas cinco peritos, dos médicos forenses y otros tantos agentes del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico.

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El fiscal solicita una pena de veinticuatro años de prisión por un asesinato en el que aplica la agravante de cometer el crimen por motivos o razones de sexo. En su escrito, relata que, en torno a las nueve y media de la mañana del 17 de marzo del 2022, el acusado conducía su Seat Toledo por la N-550 cuando, a la altura del kilómetro 104, se percató de que Jessica Méndez, de 29 años, se hallaba parada dentro de su coche. La joven de Portas esperaba en su Seat Ibiza para incorporarse a la nacional desde una vía secundaria que transcurre por Constenla, en el municipio de Barro.

Lo cierto es que, según se pudo de manifiesto durante la investigación, el encausado supuestamente la habría estado vigilando observando cómo se subía a su coche.

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De este modo, al percatarse de su presencia en el cruce y siempre según lo mantenido por la acusación, Eirín Iglesias, a una velocidad de más de 80 kilómetros por hora, impactó intencionadamente con su vehículo contra el de la fallecida, chocando justo por el lugar en el que ella se encontraba.

Para el fiscal está claro que el acusado era consciente de que «una colisión perpendicular entre dos vehículos de motor a esa velocidad en la zona del conductor puede ocasionar la muerte».

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Jessica Méndez no tuvo ninguna posibilidad de reacción ni de defensa sufriendo un traumatismo craneoencefálico, un hematoma subdural y un edema cerebral que «la dejaron en coma durante unas horas, hasta el momento de su fallecimiento, a las 10 horas del día siguiente» en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

«No se le puede acusar de acoso porque no hay suficientes pruebas», señaló en su día el fiscal Alejandro Pazos en relación a este caso.