Muñiz tampoco entra en los planes de Luisito para el próximo curso

Roi Palmás
roi palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CARMELA QUEIJEIRO

El mediocentro llegado en el mercado invernal tenía un año más de contrato tras ascender y se muestra «sorprendido» pero empieza a buscar equipo

10 jul 2015 . Actualizado a las 09:35 h.

La relación de Álvaro Muñiz con el Pontevedra ha durado mucho menos de lo que pensaba el futbolista. De hecho, el asturiano se las prometía muy felices tras el pitido final del choque de vuelta ante el Haro, cuando el conjunto granate certificó su ascenso a la Segunda B.

La oferta que le habían hecho desde la ciudad del Lérez durante el pasado mercado invernal para que cambiase el La Hoya por el conjunto lerezano incluía la atractiva cláusula de la renovación automática en caso de que se lograse la meta de subir de categoría.

Álvaro declaró el día de su presentación que tras estar militando en la Segunda B, daba un paso atrás en sus aspiraciones deportivas, bajando un escalón hasta la Tercera, para regresar en unos meses a la categoría de bronce.

Sin embargo, la temida llamada del club anunciando que no contarían con él para el nuevo e ilusionante proyecto se produjo. Fue el propio Luisito el que levantó el teléfono para comunicarle que no tenía cabida en el próximo vestuario. El jugador, que no barajaba otras opciones al creerse que estaba cubierto contractualmente se enfrenta ahora a una situación incómoda en la que tendrá que buscar una salida deportiva antes de que arranque la próxima pretemporada, ya que de lo contrario, se vería obligado a entrenar con el grupo, aunque sin posibilidades de jugar y probablemente sin ficha.

Muñiz aseguraba ayer, poco después de conocer la noticia, sentirse «sorprendido» y reconocía que «no pensé que Luisito iba a prescindir de mí».

El giro de 180 grados que ha supuesto esta decisión deportiva de la entidad granate obligará al mediocentro a buscar de nuevo equipo. «En diciembre tenía otras ofertas de Segunda B», aunque reconoce que ahora mismo tiene que empezar de cero.

Ante este nuevo escenario, y teniendo en cuenta que hay que resolver su situación contractual, asegura, desde Gijón, que confía en «poder llegar a un acuerdo cuanto antes». Sobre sus preferencias a la hora de encontrar acomodo en una liga u otra, advierte que «no quiero volver al Grupo 4» -donde milita su anterior equipo- y confiesa que hace meses recibió llamadas del Compostela el pasado verano y del Coruxo durante el mercado invernal. La cercanía de Galicia con su Asturias natal le hace ver con buenos ojos alguno de los destinos gallegos de Segunda B.

Sobre su rendimiento con la camiseta granate asume, tras media liga disputada, que «no he dado mi mejor nivel» pero defiende que «muchas veces he tenido que jugar en banda izquierda, que no es mi posición y ahí sufría», a lo que añade que «nuncha he puesto mala cara».

Tras la salida del club de Muñiz y la despedida de Lobato el mismo día en que fueron recibidos los granates en la Diputación y el Concello, se certifica que los fichajes invernales no han cuajado a orillas del Lérez.

Tan solo Bruno, que ya había pertenecido a la cantera granate, parece haberse ganado la renovación y es cuestión de horas que estampe su rúbrica en el nuevo contrato en el equipo.

Días decisivos

Los dos últimos días están siendo realmente intensos en las oficinas del Pontevedra. Infinidad de llamadas, multitud de nombres de futbolistas y poco tiempo para cerrar operaciones es el panorama al que se enfrentan los resposables deportivos del club. En las próximas horas podrían cuajar las primeras incorporaciones de cara al próximo curso, ya que hay sitio en el vestuario.