El alcalde de A Arnoia hace un llamamiento al resto de políticos para dejar de lado las diferencias y trabajar juntos por la comarca

Si hay un lugar en el que la fiesta de la natividad de la virgen tiene un significado que va más allá de la devoción mariana ese es la capital de O Ribeiro, de la que es patrona. Pero es además una celebración que trasciende las fronteras del municipio. La virgen del Portal (advocación bajo la que se celebra la fiesta) es patrona no solo de Ribadavia sino del resto de concellos que conforman la comarca.Toda una rareza. De hecho, es tradición que la ofrenda la realice cada año el regidor de un municipio y, para evitar malos entendidos, se turnan por orden alfabético. Aunque la pandemia llevó a un pequeño desbarajuste en los turnos y los de A Arnoia llevaban dos años esperando para poder cumplir con esa tarea. Finalmente este viernes el regidor de ese municipio, Rodrigo Aparicio, pudo dirigirse al público que acudió al templo para enviar un mensaje de unidad dirigido especialmente a sus homónimos en la responsabilidad municipal pero también al resto de representantes políticos presentes. Les conminó a dejar al margen las diferencias que marcan las siglas por el bien de la comarca. Pidió a la patrona aliento para seguir esa senda y trabajar para que el rural venza los problemas a los que ahora mismo se enfrenta, para renovar el tejido productivo en el sector primario y llenarlo de gente joven que vuelva a llenar de viñedo y plantaciones hortícolas en producción el territorio. No se olvidó de otros recursos de la zona, como el termalismo o el turismo. «Temos que traballar para conquerir avanzar e visibilizar máis á nosa comarca do Ribeiro», señaló. Rodrigo Aparicio no pudo hacer su ofrenda en la iglesia de Santo Domingo, como es tradición, ya que este año el acto solemne se desplazó a la de San Antonio. El escenario le trajo buenos recuerdos, según confesó después, ya que este fue el templo donde contrajo matrimonio hace 35 años.

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