El año con más fallecimientos por fuegos en inmuebles fue el 2012 con ocho
07 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los incendios en viviendas son uno de los sucesos más graves a los que se tienen que enfrentar los servicios de emergencias. Suelen causar daños materiales relevantes pero, en ocasiones, también cuestan vidas humanas. Solo en una noche del pasado mes de febrero, el 112 Galicia informaba de que habían recibido nueve llamadas de personas que alertaban de que había incendios en sus casas. Uno de ellos ocurrió en Brués, Boborás, y uno de los residentes en la vivienda sufrió quemaduras. Y el 5 de ese mismo mes se encontraba entre los escombros de su casa el cuerpo sin vida de un vecino de Ganade (Xinzo) de 78 años, que había fallecido en un incendio en el inmueble durante la madrugada.
Según el Estudio de víctimas de incendios en España que elaboran la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos, en el año 2020 fallecieron cinco personas —cuatro hombres y una mujer— en la provincia de Ourense por siniestros de este tipo, tres de ellos en viviendas. En el año 2021 también hubo fallecidos: un vecino en su casa de Rabo de Galo y otro en Bande.
En el 2019 hubo dos víctimas mortales por incendios, aunque ninguno en casas; similar cifra se anotó el año anterior, sin que las muertes tuviesen lugar en viviendas. En el 2017 hubo dos víctimas mortales en viviendas, de las tres fallecidas a causa de incendios en inmuebles.
Este estudio recoge, con datos aportados por los servicios de bomberos y por los Institutos de Medicina Legal de las comunidades autónomas, similares cifras para el año anterior, con tres muertos en incendios, dos de ellos en casas. En el 2015 también hubo un caso con una víctima mortal, al igual que en el 2014. Según estos datos, entre entre el año 2014 y el 2020, hubo once fallecidos en la provincia ourensana por incendios, de los cuales seis fueron en viviendas. Nueve de las víctimas eran hombres y dos, mujeres. En estos casos, según los datos analizados, los siniestros se produjeron en horario diurno, entre las 8.00 y las 20.00 horas.
El grupo de edad más afectado se encontró entre los 70 y 75 años, seguido del grupo comprendido entre los 85 y los 89 años. El lugar de origen más común de las llamas iniciales se situó en el dormitorio, y en segundo lugar alguna zona exterior, como vehículos accidentados o explosiones.
En cuatro de los casos, la causa de la muerte establecida fueron las quemaduras sufridas por las víctimas, tres de los fallecidos fueron por intoxicación y dos por traumatismos. Pero, en general, más del 65 % de las víctimas mortales por incendios que hubo en España en el 2020 fueron por intoxicaciones. Por ello se recomienda instalar en los pisos y viviendas un detector de humo, un aparato económico y eficaz para prevenir esta afección. Como otro origen probable de estos incendios, el estudio recoge que en cuatro pudo ser el fuego directo, y en dos, una causa eléctrica. Los cigarros o un elemento productor de calor fueron las causas de los otros dos incendios mortales analizados.
El informe recoge que el riesgo de morir en un incendio se multiplicó por cuatro en el 2020 en el caso de las personas que viven solas. Durante los meses del confinamiento se redujo el número de siniestros en toda España. El estudio concluye que los bomberos creen que al estar la mayor parte del tiempo en los hogares se pudieron detectar antes los inicios de los incendios y sofocarlos o avisar a los servicios de extinción. Los meses de invierno del año concentran el mayor número de fallecimientos. El correcto uso y mantenimiento de los sistemas de calefacción —son numerosos los avisos que los servicios de emergencias reciben por incidentes con chimeneas por falta de limpieza— y abandonar el uso de aparatos antiguos como estufas o braseros es la recomendación para prevenirlos.
En el año 2012 hubo ocho muertos en incendios en la provincia de Ourense, tres de ellos en la zona cubierta por el consorcio de bomberos en Xinzo de Limia, dos en Verín y otros dos en Valdeorras, por uno en el municipio de Ourense. Fue el peor año para Ourense aunque el mejor en el cómputo global del estudio, con 1,82 fallecimientos por millón de habitantes en España. El estudio del 2011 indica, en cambio, solo un fallecido, aunque hubo doce heridos en incendios. En el 2010 fueron tres los fallecidos, con otros tantos heridos a causa del fuego.
Solo el 28 % de los inmuebles dañados en la provincia tenían seguro
Según otro informe sobre incendios de la asociación de aseguradoras Unespa, las llamas causan más destrozos en los municipios pequeños que en las ciudades de mayor tamaño. El mayor porcentaje de inmuebles protegidos en España (un 88 %) son viviendas; el resto de pólizas son de comercios (6%), comunidades de propietarios (3,2 %) e industrias (1,9 %). A la hora de repartir indemnizaciones, son las industrias las que más ingresan, un 44 %, seguidas de los particulares, un 35 % para sus viviendas y los comerciantes, un 11 %. Al igual que el estudio de la Fundación Mapfre sobre víctimas, este informe de Unespa sitúa en los domicilios el mayor número de incendios, un 73%. Sin embargo, en cuanto al pago de indemnizaciones, los costes más altos se refieren a industrias —de media 50.586 euros por siniestro — y comercios.
Ourense se sitúa en la lista entre las provincias que menos patrimonio tiene asegurado frente a incendios en propiedades. Solo el 0,68% de los bienes tienen cobertura contra este riesgo y recurre a estas pólizas el 0,64% de la población. La tasa de incendios es algo mayor, de un 0,86 %, un dato que sitúa a la provincia en la zona media de la tabla española. En este territorio se atendió una emergencia de este tipo cada once horas, 31 minutos y 35 segundos. Y solo el 28 % de los incendios que se produjeron contaban con un seguro. En cuanto a la probabilidad de incendios en inmuebles, Lugo es la provincia que está a la cabeza en España. Tiene el doble de riesgo que la media española. La provincia de Ourense tiene un 24 % más de probabilidades que la media. En indemnizaciones, de media en Ourense se pagaron 3.661 euros por siniestro.