Ourense tiene la llave del AVE a Galicia

Xosé C. Fernández FIRMA INVITADA

OURENSE CIUDAD

El AVE entrando en Ourense
El AVE entrando en Ourense PABLO ARAUJO

27 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos medios y comentaristas captaron bien lo acontecido el pasado lunes 20 de diciembre, al expresar con distintas frases la misma idea: «El AVE llegó a Ourense, pero Galicia tendrá que seguir esperando». Se anuncian nuevos trenes tras el verano de 2022, para mejorar los tiempos del viaje de la Galicia costera —no así de Lugo— que, además de evitar transbordos, ganarán 20 minutos en el viaje de Madrid a Ourense consiguiendo, solo en este tramo, velocidades medias de 205 kilómetros por hora en el viaje hacia y desde la capital del país.

A finales de 2022, utilizando trenes tipo Avril, los tiempos medios de los viajes interiores entre Ourense y Santiago, A Coruña, Vigo o Lugo, seguirán siendo los mismos del 21 de diciembre de este año, que han quedado como sigue: a Santiago 39 minutos con Velocidad Media (VM) de 135 kilómetros por hora; A Coruña 69 minutos con Vm de 128 Km/h; Vigo 92 min con Vm de 115 km/h, y Lugo 95 minutos con Vm de 72 km/h. Es decir, en ningún caso puede hablarse de Alta Velocidad, ni aún en el caso de considerar el viaje más rápido completo de Madrid a A Coruña 208 minutos con Vm de 176 km/h y Madrid a Vigo 232 minutos con Vm de 164 km/h.

En el resto de España, los trenes de las líneas de Alta Velocidad en funcionamiento desde 1992, a Sevilla, Barcelona, Málaga, Valencia, Alicante y Valladolid, los trenes circulan con velocidades medias entre los 203 km/h (Madrid-Valladolid) y 248 km/h (Madrid a Barcelona).

Las velocidades medias a A Coruña y a Vigo son ridículas y propias del pasado siglo XX, no pudiendo ser consideradas de alta velocidad, al quedarse lejos de los 200 km/h. Se confirma pues la idea de que el AVE llegó a Ourense, pero sigue sin llegar a Galicia.

¿Puede modificarse esta situación? Naturalmente, pero el Gobierno no lo va a regalar. Mucho menos si Galicia se calla, no se mueve y no exige el mismo trato. Aquí entra el extraordinario papel que debe jugar nuestra ciudad. Primero, exigiendo que se complete la línea inaugurada el día 20 de diciembre, construyendo los 17 kilómetros que le faltan, al haber cortado la línea de A.V. en Taboadela y no en Ourense, como anuncian. Segundo, exigiendo que se habiliten los 101 kilómetros de vía única con que se ha inaugurado la línea. Y tercero, reclamando la construcción de la subestación eléctrica de As Portas que falta, con lo que solo puede circular un tren hacia Madrid entre Ourense y Vilavella por falta de potencia en la zona Meamán-A Gudiña.

En Ourense ya tenemos rápida comunicación para Madrid, pero falta poder comunicarnos con el resto de Galicia por ferrocarril en tiempos razonables y competitivos, para lo cual Ourense puede y debe convencer a Vigo de que sólo una LAV directa por el entorno de Mondariz garantizará a esa gran ciudad poder viajar a Ourense en media hora y a Madrid en 2 horas y 45 minutos consiguiendo la velocidad media de 200 km/hora.

Ourense puede y debe aliarse con Santiago y A Coruña, reclamando la habilitación de la LAV de Ourense a Santiago permitiendo circular a 300 Km/h, velocidad para la que fue proyectada, construida e inaugurada en 2011, alcanzado velocidades medias de 200 km/h a Santiago y 190 km/h a A Coruña.

Y finalmente, Ourense puede y debe aliarse con Lugo y Monforte exigiendo a Transportes que transforme la vía del siglo XIX, existente entre Ourense y Lugo, para velocidad alta, incluyendo las dos variantes planificadas por el Ministerio de Transportes entre Os Peares-Canabal y Rubián-Oural que acortan un 15 % el recorrido, permitiendo velocidades máximas de 200 km/h entre Ourense y Lugo, reduciendo el tiempo de viaje a 50 minutos.

Ourense y la Xunta deben exigirle al Gobierno que no engañe a los gallegos. La propaganda de que se han gastado 10.000 millones para traer el AVE a Galicia es una falacia y se desmonta con argumentos sólidos. Primero la LAV sigue sin llegar a Galicia (solo a Ourense), y la línea desde Olmedo a Ourense sólo ha costado 4.611 millones. Añadiendo la parte que nos toca entre Madrid y Olmedo no pasa de 5.200 millones, justo la mitad de la propaganda ministerial. Las demás inversiones, cuyos importes totales cuestionamos, forman parte de la red interior que, como quedó demostrado en los párrafos anteriores, no es de alta velocidad.

Xosé Carlos Fernández es ingeniero técnico de Obras Públicas.