Ridimoas hacía balance de lo que era una iniciativa pionera en Galicia

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Oitabén guiando a visita ao bosque de Ridimoas en febreiro do ano 2000
Oitabén guiando a visita ao bosque de Ridimoas en febreiro do ano 2000 Santi M. Amil

La asociación comenzaba hace treinta y cinco años su trabajo para crear el bosque de Beade

11 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en 1988 cuando quedaba constituido formalmente un colectivo que, a día de hoy, sigue siendo un referente en la apuesta por el medio ambiente, la naturaleza y los valores vinculados a la cultura y a la ecología. El dato es a título de efemérides o de estadística, porque cuando se creó oficialmente la Asociación Cultural Ecolóxica Ridimoas ya había años de trabajo detrás y un compromiso que contaba con reconocimientos oficiales y premios.

Todo comenzó en la Universidad Laboral de Ourense de la mano del alma mater de esta iniciativa: el profesor Pablo Rodríguez, Oitabén. Y sí, fue entonces cuando se procedió a la formalización del proyecto y luego a comprar las primeras parcelas en el bosque que da nombre a la asociación, ubicado en el término municipal de Beade.

En 1999, hace ahora veinticinco años, La Voz de Galicia hacía un repaso del trabajo desarrollado en el corazón de O Ribeiro. «Ridimoas cumple diez años. El colectivo celebra el domingo su asamblea anual después de recibir dos premios Bandeira Verde de Galicia». Se recordaba que en 1989 se adquirían los terrenos iniciales y que fue entonces cuando «comenzó la intensa actividad de recuperación de todo un ecosistema natural en todas las perspectivas, desde la vegetación hasta la fauna». El objetivo final de Ridimoas en aquellos momentos, hace ahora 35 años, era «asegurar un corredor forestal entre la sierra de Pena Corneira y los valles de O Ribeiro». 

LVG.

Acceda aquí a la página publicada en 1999.

El trabajo realizado en la primera década de actividad ya se había visto reconocido con numerosos galardones, destacando el concedido por la Unesco —dentro del programa Hai un mundo por construir— y las dos Bandeiras Verdes de Galicia recibidas en 1998. El proyecto de O Ribeiro se había llevado el reconocimiento en dos de las tres categorías: Mellor acción de conservación da biodiversidade y Mellor acción de conservación do bosque autóctono. 

En aquellos momentos, hablamos de 1999, la Asociación Ecoloxista Ridimoas contaba con 750 socios y la superficie adquirida superaba las 23 hectáreas de terreno. Como acontece tradicionalmente en las convocatorias anuales, además de la asamblea general ordinaria estaba previsto el visionado de un cortometraje relacionado con el bosque, la visita a la exposición permanente que el colectivo mantenía en el Instituto O Ribeiro, la comida de fraternidad en el Hostal Evencio y la posterior visita al espacio natural de Beade.

No fue un camino de rosas llevar a buen puerto el proyecto iniciado a finales de los 80 del pasado siglo. El empeño y el trabajo del presidente de la asociación —Pablo Rodríguez, Oitabén— fue venciendo las reticencias, desencuentros, malentendidos y rechazos a una iniciativa que es modélica y que se ha convertido en ejemplar para muchos colectivos y asociaciones de toda la península. El apoyo colectivo a Ridimoas ha conseguido en todos estos años ir sumando terreno al bosque e incorporando elementos patrimoniales existentes en la zona. Manteniendo en todo momento el compromiso del trabajo a favor de la naturaleza y de la flora y fauna del entorno. Una circunstancia que a veces queda desprotegida frente a las incursiones de los cazadores furtivos («escopeteiros» en palabras de Oitabén) que entran en Ridimoas —espacio protegido y libre de caza— para matar animales y provocar daños en la señalización.

 Más de 1.200 socios

Tras más de treinta y cinco años de trabajo el proyecto mantiene su vigencia y cuenta con mayor dinamismo e implicación ciudadana. Para los días 23 y 24 de este mes está convocada una nueva asamblea general de la asociación y la tradicional visita al bosque. El sábado se realizarán dos reuniones telemáticas —la primera referida al balance económico, actividades y demás; y una segunda, extraordinaria, para elegir a la directiva para los próximos cuatro años— y el domingo se llevará a cabo la tradicional visita al bosque. En esta ocasión se centrará en la parte alta del mismo.

Transcurrido un cuarto de siglo desde la información publicada en 1999, las cifras avalan el trabajo realizado. Ridimoas supera en la actualidad las 400 hectáreas —repartidas por los municipios de Beade, Leiro y Carballeda de Avia— y la masa social era de 1.220 personas al cierre del pasado año. Entre las iniciativas a desarrollar en el 2024 figuran la compra de cuatro parcelas y seguir con la lucha para erradicar las mimosas.

4-3-1999

La Voz de Galicia hacía un balance del primer decenio de actividad del proyecto de creación de un bosque singular en el corazón de O Ribeiro.