Abre una escuela de cerámica en el centro de Ourense que funciona con bonos por horas

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Nora Nebreda posa en mitad de su nuevo taller de cerámica en Ourense
Nora Nebreda posa en mitad de su nuevo taller de cerámica en Ourense Santi M. Amil

Modelaje o torno son algunas de las técnicas que se pueden trabajar en el taller None, en la calle Celso Emilio Ferreiro

18 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La cerámica está de moda. Puede que sea por su capacidad para ayudar a desconectar o por lo satisfactorio de hacer con las manos piezas que se utilizan en el día a día como tazas, jarrones, marcos o platos. El caso es que es una actividad en auge y eso es algo que sabe bien Nora Nebreda. Esta ceramista natural de Pamplona se mudó con su chico a principios del 2021 a la aldea de Abruciños, en Amoeiro. Allí montó su propia escuela de cerámica y ahora, tres años después, ha tenido que trasladarla al centro de Ourense. «El espacio se nos quedó pequeño y además me di cuenta de que la mayoría de alumnas venían de la capital», admite. None Cerámica acaba de abrir en la calle Celso Emilio Ferreiro de la ciudad. Es una escuela de cerámica dirigida a principiantes y también a personas que ya saben de esta disciplina artística. «Somos dos profesoras y nos vamos adaptando al nivel y a las necesidades de cada alumna», explica Nora. Actualmente hay apuntadas más de cien personas y el nuevo local permite que estén trabajando a la vez unas veinticinco. «En Abruciños cabían la mitad», comenta. El taller abre de lunes a viernes de 17.00 a 21.00 horas y los sábados de once a dos del mediodía. Las alumnas pagan con bonos, que hay de cinco o de diez horas, a los que se les va restando el tiempo invertido en el taller.

En None se trabajan técnicas de mesa, de modelado y también de torno. Las piezas se hacen desde cero y con total libertad creativa. «Creo que Ourense necesitaba un proyecto así, de hecho muchas alumnas me lo han dicho desde que abrí. El taller es un espacio en el que la gente se relaja. La cerámica es genial para conectar con nosotros mismos y con nuestra capacidad para crear con las manos, sobre todo en un momento en el que todo es digital. Además el ambiente es muy agradable y también se sociabiliza», termina Nora.