Una ourensana le leyó al papa Francisco en Lisboa: «Es como escuchar a un abuelito lleno de sabiduría»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Canolich, en Lisboa durante la Jornada Mundial de la Juventud
Canolich, en Lisboa durante la Jornada Mundial de la Juventud Cedida

Canolich Fernández tuvo la oportunidad de participar en la primera misa de este domingo frente al pontífice

07 ago 2023 . Actualizado a las 21:54 h.

Canolich Fernández es una joven de Ourense que está a punto de terminar la carrera de Educación Primaria. Nació en Castrelo do Val en el 2002 y descubrió la fe siendo todavía una niña. «Soy creyente desde muy pequeña y es algo que me ayuda en mi vida», afirma. En el colegio se apuntó de adolescente al programa de Marcha, una asociación juvenil de Maristas que trata de inculcar los valores de la iglesia en los jóvenes.

Le gustaron tanto las actividades que se proponían que una vez terminada su etapa escolar quiso seguir vinculada al proyecto como voluntaria. «No podría vivir sin Marcha porque me hace crecer personalmente, me ayuda a gestionarme emocionalmente y a afrontar mis miedos. También me ha dado la oportunidad de conocer a gente increíble», cuenta. Canolich se refiere a compañeros que se han convertido en amigos, aunque justo este fin de semana, gracias a su voluntariado, tuvo la oportunidad de ver de cerca a una de las figuras públicas que más admira: el papa Francisco. «Nos propusieron vivir la experiencia de asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa y dije que sí», explica. Era la primera vez que participaba en un encuentro así y Canolich se trasladó desde Ourense unos días antes de la celebración.

Fue con un grupo de voluntarios de Marcha de diferentes colegios Maristas del noroeste de España, dispuesta a vivir una experiencia única. Lo que no sabía es que acabaría convirtiéndose en una de las más especiales de su vida. «Me pidieron que realizase la primera lectura de la misa del domingo. La organización necesitaba a alguien que hablase español y desde Marcha le pasaron mi número», relata. Leyó unos versículos sobre la profecía de Daniel y lo hizo justo frente al papa, captando toda su atención. «Cuando me lo propusieron tuve alguna duda, la verdad, pero lo cierto es que era una oportunidad única en mi vida que no podía dejar escapar porque me hubiese arrepentido, así que decidí asumirla como un reto», afirma. A sus 20 años, la joven ourensana sabe que lo que pasó el domingo en Lisboa es algo que nunca se le olvidará. «Es muy emocionante. Me siento afortunada por haberlo hecho y muy agradecida a quien me dio la oportunidad», dice. «El papa es increíble. Habló de la importancia de respetar a los demás, de no tener miedo y de atrevernos a amar. Oírle es como escuchar a un abuelito lleno de sabiduría», termina Canolich.