Matar animales reduce la edad de jubilación
Leo con estupor que el Ministerio de la Seguridad Social está redactando la aprobación de la jubilación anticipada, entre otros, para los toreros. No sé si lo soñé. Si no es así, es el mundo al revés. Por matar animales te reducen la edad de jubilación, pero a nosotros, los sanitarios, por ayudar a la gente —y, en nuestro caso, técnicos especialistas en radiología, absorbiendo radiación—, nos obligan a jubilarnos a los 65 o 67 años, sin aplicarnos ningún coeficiente reductor. Si lo hubiera sabido, me hubiera hecho bombero torero. Al menos así podría disfrutar de la vida unos años más. Sergio López González. Vigo.
La plaza
La plaza de abastos de Cambados funciona a pleno rendimiento. Tiene pescado de todas clases, rapantes, lenguados, fanecas, sardinas y un largo etcétera. Pero también se vende marisco, como nécoras y camarones, que por desgracia se exponen en enormes cajas, con nécoras de tamaño minúsculo y camarones pequeñitos que da pena verlos. El resultado es que, hoy por hoy, no hay ni nécoras ni camarones de talla mínima, porque han acabado con ellos. Los marineros tienen un eslogan que repiten constantemente: «Si no los pescamos nosotros, habrá otros que los pesquen». Joaquín Gil de la Peña. Cambados.
Carné +65
Recientemente he cumplido los 65 años y he solicitado el Carné +65. La respuesta me dejó bastante incómodo: me dicen que me envían una tarjeta provisional, que no deja de ser un papel impreso por mí en un A4, que por supuesto se estropea y habrá que imprimir cada cierto tiempo. ¿Qué pasa, la gran Xunta no tiene capacidad para imprimirlas en plástico? Me dicen que están muy desbordados por la cantidad de tarjetas que tienen que confeccionar, y yo me pongo a pensar: mis padres tienen 91 y 92 años, mi suegra 91, y aún no recibieron sus tarjetas... ¿cuando me tocará a mí? He preguntado en mi entorno y nadie ha recibido la dichosa tarjeta. Espero que esto no sea solo una promesa electoral. Si los emisores de DNI, pasaportes, etcétera, hicieran lo mismo, andaríamos todos indocumentados. F. I. S.
A situación da banda deseñada en Galicia
A banda deseñada en Galicia semella estar nun momento doce. Non paran de saír novos títulos en galego, pero non é ouro todo o que reloce. Hai grandes profesionais e grandes proxectos, pero falla vontade de levalos a cabo dunha maneira profesional que chegue para vivir a debuxantes e creadores. Carecemos dunha industria de banda deseñada de creación propia máis aló de intentos tibios de achegarse ao medio por parte das editoriais. Hai moitas traducións de obras estranxeiras e adaptacións de outras obras, como Memorias dun neno labrego, pero faltan obras novas, con historias de aquí, feitas aquí e en galego, salvo contadas excepcións. Debería haber un obxectivo común por apostar pola profesionalización real a través dunha industria forte similar á que teñen en Francia ou Bélxica. Marga Maceiras. A Coruña.
Los jóvenes de hoy en día son débiles
Trabajo ganador del certamen de cartas al director convocado por el programa de Prensa-Escuela de La Voz de Galicia
Son muchos los que pronuncian estas palabras para referirse a un conjunto de personas que se ubican entre los 12-30 años de edad. Son muchas las frases que escuchamos al respecto de todo esto. El «eres de mantequilla» que te dice tu entrenador porque no te ha sentado bien que te gritara por no coger un balón. El «sois muy débiles» que dicen esos abuelos que piensan en la mili para educar a «un buen hombre», «no entiendo vuestra moda absurda» que se le dice desde a los chicos por sus cortes de pelo hasta a las chicas por vestir como quieran libremente. O también, por otra parte, el «sois muy sensibles» porque ahora se empieza a normalizar ir al psicólogo, o por plantar cara a los comentarios que pertenecen a otro siglo. Y, entre otras, el «estáis sobreprotegidos» de algo que yo todavía me sigo preguntando, típico comentario que te suelta hasta un vecino.
Profundizando más en este asunto, en mi opinión, conviene destacar que las cosas para los jóvenes no son fáciles, hago referencia a que somos la primera generación que va a vivir peor que la anterior. El precio desorbitado del alquiler, la decadencia del sistema educativo o las dificultades económicas relacionadas con los salarios constituyen grandes problemas para los jóvenes. Supongo que cada generación tiene sus retos, sus problemas, una situación que afrontar y ciertos logros que alcanzar, no por ello la gente joven lo tiene más fácil.
Somos jóvenes, somos rebeldes, desafiamos al mundo para poder cambiarlo, rompemos con los imperativos sociales para ser libres. Por eso mismo, los jóvenes siempre son objeto de crítica, y que los jóvenes de «hoy en día» lo sean nos legitima todavía más para seguir siendo como somos. Marcos Carramal Fernández. 4.º ESO del IES de Sanxenxo