Dormir bien es salud

Ana Souto Alonso AL DÍA

OPINIÓN

María Pedreda

12 abr 2024 . Actualizado a las 08:12 h.

La naturaleza ha destinado aproximadamente la tercera parte de nuestro tiempo de vida al sueño. ¿Sería así si este no fuera esencial? La ciencia nos enseña que aquellos que destinan al sueño las horas que necesitan viven más y mejor, sin problemas o enfermedades derivadas de la falta de sueño. Es cierto que hoy día, y más con nuestros usos y costumbres, resulta complicado no restar horas al descanso necesario en aras de «aprovechar el día». Así, en lugar de al natural reposo, muchos nos dedicamos a la natural actividad nocturna del tipo que sea. Sentimos y sabemos que nuestro tiempo es limitado y deseamos «llegar a todo»: familia, amigos, deporte, lectura… cada uno con su cadaunada.

Dormir es más que descansar, y las teorías sobre su función incluyen desde la reparadora fisiológica (energía, detoxificación) a otras más complejas como las relacionadas con el aprendizaje, la memoria, la creatividad, el mantenimiento de la red neuronal o el sistema inmunológico. El sueño influye en nuestra función diurna a nivel cognitivo y emocional, y viceversa.

En general, las horas de sueño que necesita un adulto para funcionar bien se estiman entre 7 y 8. Dedicar a dormir el número de horas que cada uno necesita es una inversión para que ese tiempo «en activo» sea saludable y de calidad. Libre de cansancio, irritabilidad, lagunas de memoria, ralentización, dificultad para concentrarnos, atender, planificar y para tomar decisiones o realizar tareas complejas. El sueño insuficiente se ha relacionado con mayor mortalidad, riesgo aumentado de accidentes y de errores en general, obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e inflamación o afectación del sistema inmunológico.

Enfermedades muy frecuentes como la apnea obstructiva del sueño también afectan a nivel cognitivo, anímico, cardiovascular y metabólico, por lo que, si le han dicho que ronca o tiene pausas respiratorias, su sueño no es reparador aunque le dedique horas suficientes y se encuentra cansado sin otras causas, consultar con su médico le dará vida.

Facilita el descanso el realizar una rutina antes de ir a la cama, en un ambiente tranquilo y confortable, realizar una cena ligera y evitar tóxicos, así como actividades previas intensas o estresantes, pantallas y limitar la siesta a 20-30 minutos.

Sobran razones para cuidarnos y disponemos de herramientas. Somnum aude (atrévete a dormir).