El covid vive y el mundo lo vigila

María del Mar Tomás Carmona
María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL HOSPITAL DE A CORUÑA, INVESTIGADORA DEL INIBIC Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y MICROBIOLOGÍA CLÍNICA (SEIMC)

OPINIÓN

Manuel Bruque | EFE

18 ene 2024 . Actualizado a las 22:03 h.

La enfermedad provocada por el coronavirus, SARS-CoV-2 (covid-19) sigue su evolución adaptándose a una población con inmunidad híbrida (aquella provocada por la vacunación e infección natural) mediante el desarrollo de variantes del virus.

 En julio del año 2023, se detectó por primera vez en Dinamarca la variante derivada de ómicron BA.2.86, también conocida como «pirola», siendo su expansión global lenta pero constante. Actualmente, se asocia a un 41,79 % de las muestras secuenciadas en España durante las últimas semanas y al 27,1 % a nivel mundial de las nuevas variantes de ómicron. Dicha variante destaca por tener más de treinta mutaciones en su proteína de la espícula.

En agosto del 2023 fue detectada en Israel y Dinamarca la variante JN.1, linaje descendiente de BA.2.86. En comparación con BA.2.86, JN.1 tiene la mutación L455S adicional en la proteína de la espícula.

Su propagación está siendo exponencial, localizándose por el momento en 41 países. Debido a ello, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha clasificado esta variante JN.1 como de interés (VOI) separada del linaje original BA.2.86.

Según la evidencia científica disponible, el riesgo adicional para la salud pública mundial que plantea JN.1 se considera actualmente bajo. Los síntomas que causa esta variante no son más graves que las infecciones de la BA.2.86, destacando fiebre o escalofríos, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, dolor de garganta, así como congestión nasal, náuseas o vómito o diarrea. Aunque los síntomas pueden variar dependiendo de la gravedad del contagio y el estado de vacunación, según los expertos del CDC (Communicable Disease Center).

Pese a ello, con la llegada del invierno en el hemisferio norte, el JN.1 podría aumentar la carga de infecciones respiratorias en muchos países, lo que podría provocar hospitalización y muerte en pacientes vulnerables.

Las vacunas actuales, incluidas las basadas en cepas ancestrales, así como las vacunas monovalentes XBB actualizadas, siguen brindando protección a través de inmunidad celular contra enfermedades graves y muerte, incluso contra la JN.1.

La OMS está monitorizando las secuencias genómicas continuamente y actualizará la evaluación de riesgos de la variante JN.1 según sea necesario.

Por ello, es aconsejable tomar medidas de vigilancia epidemiológica, y de prevención de la propagación del virus, como llevar mascarilla en el caso de tener síntomas o en presencia de población vulnerable, así como la vacunación, tanto del covid-19 como de la gripe.