¿Quién gobernará Gaza?

Luis Grandal PROFESOR DE PERIODISMO INTERNACIONAL EN LA UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID

OPINIÓN

ALAA BADARNEH | EFE

14 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede parecer una pregunta retórica, pero no pretende serlo: ¿quién gobernará Gaza cuando callen los cañones y se disipe el humo de las bombas? ¿Acaso el Gobierno israelí y el ejército, si derrota a Hamás? ¿Tal vez la Autoridad Nacional Palestina (ANP)? ¿Quizá una combinación de israelíes y norteamericanos con ciertos países árabes? Lo que parece claro es que Hamás no volverá a gobernar Gaza. Los asesinatos y actos terroristas del 7 de octubre cegaron su futuro. El Shin Bet, servicio de inteligencia interior israelí, ha puesto en el punto de mira a los responsables de la matanza de Hamás. Su jefe, Ronen Bar, ha dicho que, en cualquier lugar, aunque tome algunos años, acabará con ellos.

Aunque se desconoce el plan para el día después —que tardará en llegar meses—, ya se han lanzado algunas cuestiones a la opinión pública, más por la parte norteamericana que por la israelí. Por ejemplo, la Casa Blanca ha dejado caer que la ANP no está en condiciones, ahora, de gobernar Gaza. Otro globo sonda es que Arabia Saudí y Emiratos Árabes tienen reservado un papel. Componer el puzle de Oriente Medio en cuanto a las estrategias de los diversos actores requiere un análisis extenso. Las estrategias de la guerra de Gaza abarcan a muchos países e incluso algunas consecuencias tardaremos años en conocerlas. Los principales actores a día de hoy son Estados Unidos, Israel, Irán, Rusia y China. El resto son comparsas, peones, que acompañan a unos u otros en el tablero. Para nuestra desgracia, la UE pinta más bien poco. Por otro lado, no se debe obviar que el año que viene son elecciones en EE.UU. Biden se juega la reelección y no estará dispuesto a que la guerra de Ucrania y la extensión del escenario de guerra en Oriente Medio desbaraten sus planes. Otra cosa es el Pentágono y su influencia en la presidencia. El rápido apoyo de EE.UU. a Israel le afianza para la toma de decisiones de los propios israelíes en el futuro y en el presente (contención contra Hezbolá, liberación de rehenes, ayuda humanitaria a Gaza, etcétera.).

Una parte de los enfrentamientos entre colonos judíos y palestinos en los territorios de la Cisjordania se debe a los asentamientos para inmigrantes provenientes de la URSS tras la caída del muro de Berlín (más de un millón). Hoy solo quedan en Rusia 300.000 judíos. Putin ha visto los toros desde la barrera hasta ahora, pero no ha condenado los asesinatos del 7 de octubre y sí en cambio a las tropas israelíes en Gaza. ¿Se ha roto el do ut des (te doy y me das)? Pues Israel tampoco ha condenado explícitamente la invasión rusa de Ucrania. ¿Qué importancia ha tenido para Rusia e Irán la guerra de Azerbaiyán —fiel aliado chií de Israel— y Armenia por Nagorno-Karabaj? Los intereses de China son fundamentalmente económicos: contiene a Irán por el petróleo que le compra (es su primer cliente, un millón de barriles diario) y no le interesa la subida de precios ni un nuevo embargo americano. ¿Ha engañado Hamás a Irán o se ha dejado utilizar? Todo son preguntas y dudas.