Una educación sobresaliente

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

23 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Confederación Intersindical Galega (CIG) ha convocado para mañana una huelga general en la enseñanza pública. Es uno de los cuatro sindicatos presentes en la mesa sectorial. También es el mayoritario (ocho asientos en la mesa). En segundo lugar, Comisións Obreiras (CC.OO.), con cuatro puestos en la mesa; ANPE, uno de los sindicatos más representados en el Estado, con dos; y la Unión Xeral de Traballadores (UXT), con uno. Los tres últimos han firmado un acuerdo muy relevante con la Consellería de Educación, que dirige Román Rodríguez. El miércoles 11 de octubre a las nueve de la mañana se llevó a cabo la firma. Estaba presente el presidente gallego, Alfonso Rueda, que felicitó a todos los intervinientes en el proceso negociador y calificó el acuerdo como «histórico». No era para menos. La consellería y tres sindicatos de los cuatro representados en la mesa sectorial habían acordado medidas que, sin duda, contribuirán al crecimiento cualitativo de nuestra enseñanza. Docentes y alumnos mejoran sus condiciones: se rebajan las ratios alumno/profesor y también los horarios. El asunto de las ratios es fundamental para mantener la estructura educacional en nuestro territorio. Somos un país de numerosos núcleos rurales, con escuelas pequeñas, que de este modo asegurarán su futuro. Estamos hablando, pues, de una educación integrada perfectamente en lo que somos, en nuestra propia identidad. Todos los firmantes aseguraron que se trataba de un punto y seguido, no de un punto y aparte. Y todos, también, hablaron del arduo trabajo que realizaron para llegar a un acuerdo. Porque acordar significa convenir, pactar, concertar. Exactamente lo contrario que disentir, discrepar o discordar. La Confederación Intersindical disiente. No es algo nuevo. Y más en período electoral. Si analizamos la historia previa a unas elecciones autonómicas, encontraremos al sindicato nacionalista «discrepando». Los sectores son variopintos. Tan pronto disienten de la consellería A como de la consellería B. Es la discrepancia un credo. El mismo que empuja a algunos a manifestarse a favor de Palestina y no acordarse (y cuando lo hacen es solo para mal) del pueblo de Israel. Mañana toca convocatoria de huelga. ¿Sonarán los violines de las elecciones autonómicas? A mí ya me parece escucharlos.

Para finalizar, afirmo: la educación gallega es excelente. Y no es una apreciación de índole subjetiva, sino objetiva. Tenemos índices de fracaso escolar o abandono escolar muy por debajo de los estatales. Nuestra Formación Profesional es un paradigma en España y Europa. En las pruebas PISA superamos al resto. Estamos en la vanguardia de nuevas tecnologías y la digitalización ha estado presente, desde el primer momento, en los objetivos de la Administración. ¿Se puede mejorar? La respuesta es sí. Pero ¿existe en España una educación mejor que la gallega? Rotundamente, no. Tenemos una educación sobresaliente.