Un camión (de hidrógeno) para ser feliz

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

HYUNDAI

04 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo cantaba Loquillo y algunos se lo tomaron al pie de la letra, como el futbolista del Superdépor Walter el rifle Pandiani, que se presentaba en los entrenamientos a bordo de una cabeza tractora. Pero para ser feliz en esta tercera década del siglo XXI no basta un simple camión, tiene que ser de hidrógeno, la única tecnología viable para que el transporte pesado pueda recorrer largas distancias sin emisiones. Hyundai presentó ayer en el Advanced Clean Transportation Expo, el mayor salón norteamericano del sector, que se celebra en Anaheim (California), la nueva versión de producción de su camión eléctrico de pila de combustible. La tractora XCIENT Fuel Cell 6x4 está equipada con dos sistemas de 90 kW (la potencia total por tanto es de 180 kW) y un motor eléctrico de 350 kW. Su peso bruto combinado es de un máximo de 82.000 libras (37.200 kilos) y ofrece una autonomía de más de 450 millas (724 kilómetros), incluso a plena carga.

La primera versión del XCIENT Fuel Cell se lanzó en el 2020 y se desplegó en cinco países (Suiza, Alemania, Israel, Corea y Nueva Zelanda), en los que ha acumulado con éxito casi 6,5 millones de kilómetros recorridos. Desarrollado por HTWO, la marca de Hyundai Motor Group dedicada a la energía del hidrógeno, esta tecnología se extenderá también a la movilidad aérea avanzada, los coches, los barcos y los trenes, así como para la generación de energía estacionaria.

Los vehículos de pila de combustible mejoran la eficiencia de la operativa y de las infraestructuras en comparación con los vehículos eléctricos de baterías, al minimizar el tiempo de inactividad gracias a un repostaje más rápido.

Hyundai también pretende fomentar el desarrollo de un ecosistema de hidrógeno limpio, que utiliza para su producción el biogás extraído de residuos orgánicos, como restos de comida, estiércol de ganado y lodos de depuradora. La historia del petróleo no ha terminado, pero se están poniendo los cimientos de una nueva era y, al igual que ocurre con la eólica marina, en Galicia tenemos las condiciones y la capacidad para liderarla. ¿Seremos capaces?