Lynk & Co: el Netflix de los coches ya tiene 12.000 abonados

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto CRÓNICAS DEL GRAFENO

OPINIÓN

01 dic 2023 . Actualizado a las 16:09 h.

Lynk & Co va a cumplir dos años en España —empezó a operar en octubre del 2020— y ya tiene 12.000 abonados en nuestro país. Esta compañía perteneciente al grupo chino Geely, propietario también de Volvo y Lotus, entre otras marcas, llegó con una propuesta innovadora: ofrecer un coche por suscripción mensual como quien se abona a una plataforma de vídeo como Netflix o a cualquier otro servicio (un gimnasio, el fútbol por streaming, el periódico...). Y parece que la idea no era tan descabellada. Por 550 euros al mes, seguro y mantenimiento incluidos, se puede disponer de un SUV híbrido enchufable, con 70 kilómetros de autonomía eléctrica, 260 caballos (acelera de 0 a 100 en 7,9 segundos) y capacidad para transportar con comodidad a una familia de cinco miembros. Pensemos en alguien que, por trabajo, tiene que desplazarse a otra ciudad y no tiene vehículo o no puede llevarse el suyo; o a un grupo de amigos que se van varias semanas de vacaciones y quieren un medio de transporte para el día a día, que con las tarifas de un rent a car sería inasumible.

Alain Visser, consejero delegado de Lynk & Co, explicaba el lunes, en la inauguración del primer club de la marca en España, en Barcelona, que «el mundo del automóvil no es sostenible, hay mucha hipocresía», y avalaba sus palabras con un dato: la mayoría de los coches que hay en el mundo están aparcados el 95 % del tiempo. Frente a esto, Lynk & Co ofrece a sus suscriptores la posibilidad de realquilar el vehículo a otros usuarios mientras ellos no lo utilizan, recuperando así parte del dinero invertido en la cuota mensual e incluso, según Visser, llegando a ganar dinero en algunos casos.

Detrás de esta nueva realidad hay tres tendencias sobre las que conviene reflexionar: la «desmaterialización», la gente prefiere gastar su dinero en hacer cosas —experiencias— que en comprar cosas; la conectividad, para los jóvenes es más importante que un coche tenga wifi que muchos caballos u opciones (el Lynk & Co 01 solo da dos: color azul o negro); y la citada preocupación por la sostenibilidad.

Los concesionarios llevan 120 años vendiendo coches; ahora quizá se conviertan en clubes que venden movilidad.