La serie Mareas Vivas dejó profunda huella en Galicia. Varias generaciones aún recuerdan a personajes como Currás, Melgacho o Petróleo en aquel Laxe televisivo llamado Portozás. La producción de Voz Audiovisual que protagonizó Luis Tosar triunfó en una época, la del cambio de siglo, en la que conectarse a Internet no era fácil en Galicia.
Portozás resucitó por un día cuando en el 2018 se cumplieron 20 años de su éxito arrollador. Y renació otra vez, de forma virtual y viral, el miércoles. ¿La razón? Una broma en Twitter a cuenta de las quejas que ciertos turistas manifiestan cuando visitan Galicia.
«Mi familia y yo siempre veraneamos en pueblecito gallego llamado Portozás, y aquí nadie tiene la decencia de contestar en castellano. Ni la cajera del supermercado, ni el juez del pueblo. ¡Nadie!», escribió con retranca un usuario. Y la lio parda.
Las respuestas de los que se percataron de la troleada fueron ingeniosas. Otras, las de los haters y las de los que no cuentan hasta diez antes de manifestarse, fueron ridículas. Se vertieron insultos contra los gallegos. Y también los hubo contra el autor del hilo, que siguió tomándoles el pelo y provocando la aparición de otras imaginadas denuncias de maltrato al visitante en lugares de fábula y ficción como Ardebullo, Louredo o Serramoura. Y lo peor pudo pasar en la Castroforte de Baralla de Torrente: ensimismada, la ciudad se puso a levitar. Sin alertar a los turistas que en ese momento exigían una segunda tapa gratis con la bebida.