Endesa apura la transición energética en Galicia

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La compañía emplea ya a 115 personas en tareas previas al desmantelamiento de la térmica, en cuyos terrenos se ubicarán nuevas industrias, como una bioplanta de Ence. El plan de futuro para As Pontes, analizado en un foro organizado por Endesa y La Voz de Galicia, está en marcha

25 mar 2024 . Actualizado a las 10:27 h.

Endesa apagó la última central de carbón gallega en octubre del pasado año, y en el proceso de transición para sustituir esos megavatios grises por otros verdes, acomete ya las primeras tareas de desmantelamiento de esas instalaciones. El desmontaje de la planta forma parte del plan de reindustrialización lanzado por la compañía energética, ya que los terrenos en donde se asentaba se pondrán a disposición de otras industrias. Es el caso de Ence, que levantará una bioplanta para la recuperación de fibras de papel y cartón, materia que será utilizada —tras ser mezclada con fibras que traerá de la factoría de Pontevedra— para la fabricación de papel tisú. Al mismo tiempo, la eléctrica impulsa sus propios proyectos energéticos, después de que le fueran autorizados 750 nuevos megavatios eólicos en distintos parques en la comunidad.

«Es momento de contrastes, acaba una etapa pero se inicia otra, la de futuro, de nueva energía. En esta transición, en Endesa hemos apostado siempre por el compromiso con las personas y el empleo», afirmó Rafael González, director general de Generación de Endesa, en un foro organizado el pasado jueves por la empresa junto a La Voz de Galicia para analizar desde diferentes perspectivas el plan de futuro para As Pontes y para la comunidad. Y en este momento de cambio están teniendo protagonismo las personas que formaron parte de la operación de la térmica, explicó González. En las tareas preparatorias para el proceso de desmantelamiento trabajan actualmente 115 personas, y más del 90 % de las cuales pertenecen a compañías auxiliares que operaban y mantenían la térmica, cuando estaba en funcionamiento.

Paralelamente a esas tareas, Endesa está preparando ya la celebración de los cursos de formación que estarán dirigidos hacia dos vertientes: por un lado cualificar personal para trabajar en el desmontaje de la térmica, y por, otro, en los oficios de las nuevas instalaciones energéticas. En conjunto, se cualificarán a unas 800 personas.

Una vez que se active como tal el desmantelamiento de la central de carbón se iniciarán cuatro años de trabajos, en los que, en los momentos punta de actividad, trabajarán alrededor de 200 personas.

Paralelamente, la compañía avanza en el despliegue de su plan eólico. «Sin energía no hay industria, no hay desarrollo. Sin energía sostenible y competitiva, y las nuevas energías cumplen ambos requisitos», reseñó el director de Generación de Endesa.

Frente a la creciente oposición que está experimentando la eólica en la comunidad, que también están teniendo eco con la paralización de proyectos decretada desde la vía judicial, Endesa apela a su experiencia en la comunidad, en la que cuenta con parques desde hace unos 30 años. «Con cada proyecto, trabajamos con un plan de sostenibilidad a largo plazo», explicó Rafael González, con medidas en distintas direcciones. Las inversiones eólicas contribuyen a generar empleo en zonas rurales, que son desfavorecidas y también impactan en las arcas de esos municipios. «Por parques ya operativos, Endesa ingresa en diferentes administraciones seis millones al año, y esta cifra se va a duplicar», anuncia. Por otra parte, también busca una repercusión social. «Intentamos que el parque se viva como propio; nosotros somos unos vecinos del pueblo más», subraya.

Apuesta verde

Con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en Europa en el 2050, empresas y administraciones no dudan de la apuesta por las energías renovables es imprescindible y también una herramienta para incrementar la competitividad del ecosistema industrial. La electricidad con fuentes renovables es más barata y eso está posibilitando acuerdos de suministro a largo plazo entre las productoras y los consumidores. «Lo que nosotros deseamos es dar predictibilidad a los clientes, especialmente tras el contexto vivido estos últimos años. Tenemos unos clientes de primer nivel, y nuestro compromiso con su evolución es total: Ence, Resonac, Abanca, Inditex, Stellantis, Estrella Galicia, Coren...», afirmó en el foro Javier Uriarte, director general de Comercialización de Endesa.

Además, puso el acento en que, «para desarrollar industria descarbonizada, no solo hace falta industria renovable, sino que esa energía renovable se dé en unas condiciones muy específicas, con un precio muy eficiente y estable». A través de una «visión muy colaborativa con el entorno local y con nuestros clientes», la empresa explica que la ayuda a la descarbonización de la industria se lleva a cabo también a través de iniciativas de eficiencia energética. En ese sentido, Uriarte subrayó «un proyecto muy interesante con Resonac, que persigue el ahorro de energía por la vía de la recuperación de calor». Esto es, recupera el excedente que se produce en determinados procesos para usarlo como fuente de energía en otros. Además del ahorro económico, también tiene una ventaja ambiental, al rebajar las emisiones.

Junto con Ence y Abanca —que explicó el amparo que realiza en Galicia en el ámbito energético, tanto doméstico como industrial— Resonac fue otra de las empresas participantes en el foro. David Germade, vicepresidente de Resonac Graphit Busines, incidió en la importancia del suministro de energía verde para el desarrollo de la futura planta de grafito artificial que proyectan en A Coruña para dar respuesta a las demandas en la fabricación de baterías para los vehículos eléctricos. Como todas las empresas electrointensivas, el aprovisionamiento energético a precios competitivos es clave para lograr su viabilidad económica.

Por ello, el contexto de bloqueo al desarrollo de la eólica en Galicia, en donde se ha puesto en la picota judicial distintos procedimientos de la tramitación de los expedientes, es considerado como una amenaza no solo para los futuros parques, sino también para nuevas inversiones empresariales que dependen de esa energía verde. Nicolás Vázquez, secretario xeral de Industria de la Xunta, defendió los procedimientos «garantistas» que se llevan a cabo desde el Gobierno gallego en el análisis y desarrollo de los parques. En este sentido, afirmó que, en Galicia, «se emiten tantas resoluciones desfavorables como favorables y también se reducen potencias». Para la comunidad es una necesidad desarrollar energías renovables. «En otras revoluciones industriales, Galicia se quedó fuera, pero ahora hay mucho interés por invertir aquí. Tenemos puertos y también los recursos renovables, y por eso hay tanto interés en invertir en aquí», reseñó. Tal y como también reseñó el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la inauguración del foro, titulado Un plan de futuro industrial para As Pontes y Galicia, el secretario xeral de Industria defendió el trabajo de la amalgama de técnicos y funcionarios que, durante años, analizan todas las vertientes de los proyectos eólicos antes de validarlos. Trabajo que, reprochó, en ocasiones se ve después refutado por aquellos que recurren esa misma tramitación «con informes de cuatro páginas».

Nicolás Vázquez también negó que el balance de generación en Galicia desaconseje, por innecesaria, la puesta en marcha de nuevas instalaciones productivas. Pese a que la demanda energética es menor que la oferta, explicó que el avance del coche eléctrico y las necesidades que van a plantear las nuevas industrias requerirán de un abastecimiento mayor. «Todos los proyectos que están en tramitación requerirían consumir el 50 % de la energía eléctrica que ahora consumimos», advirtió.

As Pontes, uno de los epicentros de la transición energética en Galicia, está llamada a amplificar su papel como referente industrial. De los 750 megavatios eólicos que Endesa tiene autorizados en la comunidad, 450 estarán ubicados en el entorno de la antigua villa minera. Es una de las piezas del plan de futuro que ha diseñado la empresa para la zona, pero no la única, ya que completará esa apuesta por la generación eólica con un centro logístico para este sector, que tendrá ámbito nacional.

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José Bogas: «Tenemos 500 megavatios de nuestro plan en un limbo» 

Beatriz Couce

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, compartió con los asistentes al foro cuándo y cómo se forjó su relación profesional con As Pontes. «Mi primer contacto profesional con Galicia fue en el año 1981 porque me contrató una empresa tecnológica para automatizar la extracción de carbón de la mina de As Pontes », recordó, un enclave que, con el concurso de la empresa, las administraciones y el entorno, se convirtió tras el fin de su vida útil, en el lago que ha cambiado la fisionomía de parte del municipio. A esa vocación de entendimiento y acuerdo apela el responsable de la compañía para solucionar el bloqueo al que está sometido el sector eólico en Galicia. «En toda España han surgido dificultades para desarrollar renovables. Si tras pasar todos los filtros administrativos, llegan obstáculos adicionales, la inversión se retrae. Tenemos unos 500 megavatios de los 800 incluidos en nuestro plan industrial que están en un limbo. Debemos conseguir desbloquearlos para ayudar a la instalación de nuevas industrias que respalden el proceso de transición justa con el que estamos firmemente comprometidos en As Pontes y el conjunto de Galicia», afirmó.

El consejero delegado de Endesa subrayó su agradecimiento al presidente de la Xunta por «su compromiso claro de trabajar para dar garantías a quienes quieren desarrollar actividad económica e industrial». Coincidió con el titular del Ejecutivo autonómico en la conveniencia de alcanzar un amplio consenso social, político e institucional para evitar que el territorio pierda oportunidades económicas.

José Bogas recalcó la importancia que tiene As Pontes para el futuro de la compañía. Tras el cierre de la térmica, reseñó que «de los 1.000 megavatios eólicos que tenemos en nuestro plan estratégico para el período 2024-2026, unos 800 están en Galicia». Ese potencial verde vendrá casi a duplicar la potencia renovable que tiene actualmente Endesa en este territorio: 566 eólicos y 440 hidroeléctricos. Además, la compañía opera una central de ciclo combinado —funcionan con gas y vapor de agua— en As Pontes, una de las mayores del país, de 840 megavatios.

José Bogas insistió en que la apuesta por las energías renovables servirá para respaldar también el asentamiento de nuevas industrias, como es el caso de la bioplanta de Ence, adscrita a la economía circular. Sin embargo, llamó la atención sobre el entorno conveniente para favorecer la materialización de esos proyectos. «Necesitamos ese consenso social, pero también agilidad y seguridad jurídica por parte de las administraciones. Los inversores buscan certidumbre y estamos viendo cómo algunos sectores, como los de los centros de datos, están eligiendo otras ubicaciones en Europa, como Francia o Alemania, donde la energía no es tan competitiva como en España», pero en donde se les ofrece garantías sobre los plazos de conexión a la red.

Reemplazo de un modelo

Desde que comenzó el proceso de transición energética, Endesa ha insistido una y otra vez en que no va a marcharse de Galicia, sino que va a sustituir una de sus formas de producir electricidad —con carbón— por otra fuente renovable. Además, añadió que «hemos tratado de apoyar la instalación de industrias en As Pontes, también a través del suministro de energía en determinadas condiciones». Además de la captación de proyectos industriales, también anunció que impulsarán otras propuestas, ligadas a los negocios que ya atienden. «Tenemos un plan muy bonito, pero vemos un presente incierto y un futuro prometedor», subrayó.

El consejero delegado de Endesa considera que, en esa apuesta por el crecimiento económico, la administraciones tienen que ser más ágiles. «A un médico una vez le preguntaron cuál era la diferencia entre un medicamento y un veneno, y el médico respondió: la dosis», afirmó, para apostar por una tramitación garantista, pero que evite que los proyectos acaben por marcharse a otros países por la dilación de los plazos.

«Si se cumple con todo lo que te piden, luego no puede ser que lo que tienes autorizado, se paralice un año, dos o tres, porque eso provoca que las inversiones se retengan mucho», matizó.

José Bogas defendió la reindustrialización del país. «El turismo es un sector que hay que conservar, pero no puede ser que a principios de siglo, la industria representase el 20 % del PIB y ahora estemos por debajo del 15 %. Creo que esto debe ser una prioridad para todos, desarrollar la industria, y ello significa desarrollar energía», aseveró. Para Endesa, Galicia ya es una pieza esencial para conseguir ese objetivo.