Monseiro, una aldea que quiere ser reactivada por sus jóvenes: «Nos tuvimos que ir a trabajar fuera porque no hay fibra»
LÁNCARA
Crearon la Asociación de Vecinos de Monseiro, en Láncara, para reclamar mejores servicios y animar la vida social de la parroquia
29 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Para muchos jóvenes de Lugo vivir en su aldea es un quiero y no puedo. Las nuevas profesiones y la falta de servicios los obligan a desplazarse a ciudades más grandes y el ambiente en los pueblos para los más mayores va a menos. En Monseiro, en el concello de Láncara, los jóvenes han decidido intentar poner fin a esa situación, a pesar de que algunos no puedan vivir en el pueblo. Acaban de volver a crear la Asociación de Vecinos para pedir al Concello mejoras en servicios y reactivar la localidad con fiestas o rutas. Creen que Monseiro, situado cerca del límite con el concello de Baralla, se queda «olvidado» pese a ser una zona con potencial.
Las historias de tres de los miembros de la directiva son la de muchos otros jóvenes del rural. La presidenta, Marilí López, trabaja en A Coruña y acude los fines de semana a la localidad de Láncara. «Lo único a lo que te puedes dedicar si te quedas en Monseiro es a la ganadería, pero a mí no me salían las cuentas así que oposité», explica. Aun así, le encantaría vivir en la aldea y ya sueña con poder retirarse allí «con caballos y cabras». «Vivimos fuera por trabajo».
Falta de cobertura y fibra
Para poder ejercer muchas profesiones, necesitarían buena cobertura y fibra de Internet. «En Monseiro la moda es tener los móviles en la ventana de la cocina para poder tener algo de cobertura», relata. Esta es precisamente una de las principales reclamaciones en las que trabajarán desde la asociación. También intentarán que se mejore el estado de las carreteras de acceso del núcleo y que se arregle un riego que se queda sin agua en cuanto pasa el invierno. Ya se reunieron con el alcalde, Darío Piñeiro.
Al mismo tiempo que quieren nutrir de servicios la aldea, organizarán fiestas en el pueblo como un cocido popular que tendrán próximamente. «La gente joven puede ir a Sarria a tomar algo pero los mayores no tienen nada», aclara. En resumen, buscan mejorar la calidad de vida del pueblo. Por eso se juntó la gente joven y preparada que, ya que de momento les resulta complicado residir en Monseiro, intentan hacerlo por el resto de vecinos. «Estoy muy agradecida al resto de miembros de la asociación por la colaboración».
La secretaria de la entidad es Lucía Rodríguez, ingeniera industrial de 29 años. Vive en Sarria, desde donde teletrabaja . «É unha pena que non poida facelo dende Monseiro, podía estar alí pero apenas hai Internet nin case cobertura», explica. Si pudiera trabajar desde la aldea de Láncara, se plantearía vivir allí parte del tiempo y así aumentar el número de veinteañeros que resisten en Monseiro. Por su formación, Rodríguez se centra en obras concretas de mejora que quieren realizar desde la asociación. Son en la antigua escuela, donde se reúnen los vecinos: «Queremos mellorar a accesibilidade porque hai uns escalóns e á xente maior cústalle subilos, así que gustaríanos instalar unha rampa». Además, no tienen calefacción por lo que intentarán cambiar las ventanas para aislar mejor y conseguir una estufa. «O obxectivo final é que estemos máis a gusto».
Ruta de arte y naturaleza
Otra de las principales iniciativas que tiene la nueva asociación es crear una ruta homologada por la zona. Se encarga de ello Adrián Mera, estudiante de Veterinaria. El joven está en tercero de carrera y en vez de mudarse a Lugo decidió quedarse en Monseiro. «É un pouco ‘rollo' ir e vir tódolos días pero prefiro estar aquí», asegura. Ya tienen animales en casa y tiene claro que quiere dedicarse a la ganadería vacuna como clínico ambulante. Destaca también la falta de fibra como un problema principal, que sufre para hacer los trabajos de la universidad desde casa.
Mera explica que Monseiro se encuentra en la parte alta del concello, por lo que se extiende por la montaña con unas buenas vistas a los prados de la comarca sarriana. Les gustaría hacer una ruta por el monte hasta la fuente conocida como «augas férreas», a la que tradicionalmente llevaban los padres a sus hijos cuando no tenían apetito, ya que lo recuperaban al beber de su agua. Esta parte natural se uniría con el patrimonio artístico de la propia aldea, que está repleta de murales que el vecino Fermín Díaz Losada lleva años realizando de manera altruista. Los grandes dibujos de este sarriano afincado en Barcelona hacen un recorrido por la tradición de Galicia y dan un aspecto totalmente único a la aldea.