El Gobierno rectifica y quiere reformar en 18 meses la N-540 de Lugo a Ourense

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO

El contrato de las obras sigue vigente para tres años, pero la presión vecinal y política obligaría a adelantar la ejecución de la rehabilitación del deteriorado firme

22 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno parece que ha sido sensible a las quejas vecinales, municipales y políticas y tiene intención de arreglar la N-540, entre Lugo y Ourense, en 18 meses, y no en los 38 meses que estipula la adjudicación de las obras. Esta esta semana se formalizó con la constructora Taboada y Ramos el contrato para ejecutar las obras de rehabilitación estructural del firme de la carretera, a su paso por los concellos de la provincia de Lugo, desde el puente de As Saamasas, en la capital, pasando por Guntín, Taboada, Chantada y Carballedo.

Tanto en el anuncio del contrato, publicado ayer 21 de marzo en el BOE, como en la nota de prensa oficial nada se especifica sobre los plazos de ejecución. Los únicos documentos oficiales al respecto (la licitación, la adjudicación y una resolución del director general de Carreteras) hablan de 38 meses (algo más de tres años).

Una vez que se conoció este plan de trabajo, las imágenes del pésimo estado de conservación, las presiones vecinales y de los concellos afectados, las críticas de los partidos de la oposición y la insistencia desde el PSOE provincial y la Delegación del Gobierno en Galicia parece que están teniendo efecto para cambiar los plazos. Desde el Ministerio de Transportes trasladan a a distintas fuentes del PSOE que la intención es llevar a cabo la reforma en los 18 meses inicialmente previstos, aunque de momento no hay un documento oficial que lo explicite.

Acuerdo en la Diputación

En el último pleno de la Diputación, el diputado de Vías e Obras, Miguel Fernández, ya dijo que aunque en la adjudicación el plan está recogido para 38 meses, sabían que la intención del ministerio es hacer la rehabilitación en 18 meses, señalando que si no era así, desde el propio gobierno provincial estarían pendientes de que se cumpliesen las expectativas que les anunciaron. En ese pleno, todos los grupos votaron a favor de que se adelantasen los plazos de finalización de las obras.

En qué consisten las obras

El contrato firmado entre el Ministerio de Transportes y la empresa Taboada y Ramos supone que los trabajos comenzarán en unas semanas. La actuación incluye la mejora del firme en la carretera N-540 entre Lugo y Vilamarín (límite provincial con Ourense), a lo largo de 69 kilómetros. El importe de adjudicación asciende a 11 millones (IVA incluido).

Se realizará la rehabilitación estructural y superficial del firme y aquellas actividades complementarias que sean necesarias para mantener los niveles de servicio de esta carretera que, desde 1996, ha tenido diversas reparaciones, sobre todo superficiales.

La rehabilitación consistirá principalmente en un fresado de parte del firme existente, seguido de un recrecimiento en varias capas, entre las que se dispondrán riegos de adherencia. En las zonas más deterioradas, se realizará primeramente una demolición del paquete de firmes completo, seguida de una excavación de 1 metro de profundidad para, finalmente, reponer las capas de firme. Asimismo, será necesaria la regularización de los arcenes, especialmente para garantizar la seguridad de los ciclistas y motoristas.

Tras esto, se procederá al repintado de marcas viales y a la disposición de los elementos de balizamiento. En cuanto a las actuaciones complementarias, se realizará la reposición de espiras y estaciones de aforo y la reposición de las juntas de dilatación de los puentes existentes en el tramo.

Hay que modificar el Presupuesto ya que está vigente la resolución del director general de Carreteras

El proyecto de rehabilitación estipuló una ejecución y un plan de obra de 18 meses, pero antes de la licitación (fue en agosto del 2023), se modificaron las fechas y el cronograma de actuaciones, pasando del año y medio previsto a tres años y dos meses. Una resolución firmada por el director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández Palomino el 5 de junio del 2023, fijaba el cambio «atendiendo a la disponibilidad presupuestaria actual y a la posible fecha de inicio de las obras».

Cuando este cambio, adelantado por La Voz, lo conocieron los vecinos, los concellos y los partidos de la oposición (PP y BNG) comenzaron las quejas, con escritos y manifestaciones solicitando un cambio en los plazos ya que el estado de conservación de la vía, tras este invierno, es cada vez peor. Además, se incrementaron los casos de conductores con pinchazos y averías en sus vehículos por culpa de los baches.

Fue esta presión la que obligó a mover ficha a altos cargos del PSOE lucense y del Gobierno en Galicia para reclamar al ministerio que volviese al plazo original de 18 meses, confiando en que al final se cumpla el compromiso verbal. La licitación estipulaba el reparto de los 11 millones en tres anualidades, por lo que para acabar las obras en 18 y no en 38 meses, Transportes tendrá que realizar modificaciones presupuestarias, con las correspondiente justificación que haga necesario el cambio de criterio. Al menos, para los usuarios de la N-540, entre Lugo y Ourense, la urgencia de la reforma sería suficiente para aprobar ese cambio presupuestario.