El desbroce del paseo fluvial llega por vez primera hasta el mismo cauce del Cabe

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

La vegetación se retirará en toda la ribera desde el Parque dos Condes hasta la vieja acequia de Cobas

24 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Operarios de Tragsa se sumaron esta semana a las tareas de desbroce que lleva a cabo la brigada local de parques y jardines a ambos lados del paseo del Cabe, en el tramo del río que discurre entre el Parque dos Condes y el puente de la parroquia de Piñeira. Los trabajadores municipales se encargan de limpiar de vegetación las franjas laterales de dos metros —delimitada con hitos en ambas márgenes de la senda— de las que se hizo cargo el Ayuntamiento cuando la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil le hizo entrega de las obras en junio del 2015. Por su parte, el personal de la empresa pública actúa en la denominada «zona de policía», cuya titularidad corresponde al organismo responsable de la cuenca fluvial.

Tragsa, sin embargo, trabaja en este caso por cuenta del Ayuntamiento de Monforte. «É a primeira vez que se fai. Pensamos que vai ser unha mellora e unha posta en valor importante do río, dende o punto de vista ambiental e tamén visual», explica el alcalde, José Tomé.

Hasta el Club Fluvial

Los trabajos de los operarios de esta empresa no se circunscribirán al paseo fluvial, aunque es la zona en la que se precisan desbroces de mayor envergadura. Tomé indicó que el contrato incluye ambas márgenes del Cabe desde el Parque dos Condes hasta las proximidades del Club Fluvial. Por lo que respecta al paseo hasta Piñeira, los desbroces se extenderán por toda la ribera desde la presa del Parque dos Condes hasta la acequia del antiguo molino de Cobas, incluido todo el perímetro de la laguna situada en el entorno de la presa de A Pinguela. En las márgenes del río, el personal de Tragsa realizará además podas en las ramas bajas de la arboleda y otras talas de carácter selectivo.

El alcalde señala que en el paseo que desemboca en Piñeira el Ayuntamiento asume esta actuación sin estar obligado a ello, ya que según precisa se trata de una zona «que nin é urbana nin urbanizable e que por iso precisamente forma parte da Rede Natura». «É unha aposta —añade Tomé— que vai bastante máis lonxe das competencias que nos corresponden».

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil realiza esporádicamente trabajos de clareo y retirada de árboles caídos con vistas a mejorar la capacidad de desagüe del río con vistas a posibles inundaciones. Pero la actuación que lleva a cabo el Ayuntamiento es la primera de estas características que se desarrolla en la ribera del río desde la apertura del último tramo del paseo fluvial, de la que se cumplirán este verano nueve años.

La brigada municipal limpia en torno a 25.000 metros en esa zona

La entrega al Ayuntamiento de la obra del último tramo del paseo fluvial, construido por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, supuso la incorporación al inventario de bienes municipales de otros 50.000 metros cuadrados de zonas verdes. Al menos la mitad corresponden a las franjas laterales que deben ser desbrozadas regularmente por la brigada de parques y jardines. El proyecto que se dio a conocer en el 2009, seis años antes de la inauguración, preveía una tala previa en la ribera de los árboles enfermos, que serían sustituidos por variedades más adecuadas. Este apartado quedó finamente solo en el papel, como sucedió con el carril bici independiente de la senda peatonal.