La ultraderecha alemana sigue un guion dictado por el Kremlin

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

 El ideólogo y dirigente de AfD Björn Höcke.
El ideólogo y dirigente de AfD Björn Höcke. Fabrizio Bensch | REUTERS

Moscú ha redactado una estrategia para ganar elecciones que ha sido asumida por AfD, según la revista germana «Der Spiegel»

26 abr 2024 . Actualizado a las 20:05 h.

La relación entre la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el Kremlin podría ser más estrecha de lo que se pensaba hasta ahora. El Gobierno ruso celebró en el 2022 una reunión estratégica para abordar el futuro del polémico partido, que se cerró con la redacción de un manifiesto con tesis sobre la política germana que han sido al parecer asumidas y adoptadas por AfD, según revela Der Spiegel en base a informaciones de unos servicios de inteligencia occidentales que no identifica.

Durante el encuentro a principios de septiembre del 2022 en la administración presidencial de Moscú se trató concretamente de «desarrollar un nuevo concepto para el partido Alternativa para Alemania», con el objetivo de «incrementar sus resultados en los sondeos electorales y lograr que alcance una mayoría en comicios a todos los niveles».

El semanario germano destaca que la orden de redactar ese documento partió de Serguéi Kirijenko, uno de los más estrechos colaboradores del presidente Vladimir Putin, como vicedirector de la administración presidencial y responsable de todas las operaciones de propaganda e influencia enel extranjero.

En el manifiesto se dibuja una imagen de Alemania como país en declive. Los grandes consorcios emigran a otros países y se registra una desindustrialización general. «La población se encuentra al borde de una catástrofe», señala ese documento, en el que se afirma que más del 30 % de los alemanes viven al límite de la pobreza, mientras aumenta la división interna. La frase final del manifiesto es «unidos venceremos. Nada y nadie podrá hacer frente a un pueblo unido».

En octubre del 2022, el ideólogo y dirigente de AfD Björn Höcke hizo uso textual de tesis de dicho manifiesto en un mitin. En su discurso, Höcke pintó igualmente oscuros escenarios para la industria y el estado social alemanes y afirmó que muchos consorcios abandonarán el país , a la vez que la población se verá amenazada por el hambre y el caos. Al final del mitin, conjuró la unidad del pueblo alemán y advirtió de que este no debe permitir verse influido por «cuñas divisorias».

Preguntado por Der Spiegel si conocía el manifiesto y por el motivo de que muchos de sus declaraciones se asemejaran al mismo, Höcke respondió que «lo mismo no tiene por qué ser igual».

Guerra híbrida

El semanario afirma que los documentos a los que ha tenido acceso demuestran lo importante que AfD resulta para Moscú en su guerra híbrida contra Occidente y lo complaciente que parece ser ese partido a la hora de someterse al dictado del Kremlin.

Entre tanto medios alemanes revelan que el presunto agente chino Jian G., detenido el lunes pasado y hasta entonces asistente del eurodiputado de AfD Maximilian Krah, trató hace unos años de trabajar para los servicios secretos alemanes BND, pero estos rechazaron la oferta, al igual que poco después la agencia de contraespionaje germano, a la que también ofreció infructuosamente sus servicios.

Jian G. se encuentra entre tanto en prisión preventiva acusado de espionaje para los servicios secretos chinos, a los que habría suministrado información sobre los procesos de negociación y toma de decisiones en el Parlamento Europeo, así como de infiltrarse en círculos disidentes chinos para informar a Pekín sobre sus miembros.

En medio del escándalo por su cercanía a regímenes autoritarios como los de Rusia y China, Alternativa para Alemania ha suspendido varios mítines para la campaña de los comicios europeos en los que debía participar Krah, su cabeza de lista para esas elecciones para evitar que se vea confrontado con preguntas incómodas. Las revelaciones de varios medios sobre los estrechos contactos de algunos de sus políticos más destacados con Moscú y Pekín están haciendo además mella en su popularidad.

La formación euroescéptica y xenófoba ha comenzado a perder puntos en los sondeos y de figurar tras los conservadores como segundo partido en intención de voto para las elecciones europeas, ha pasado a ser superado por Los Verdes y a empatar con los socialdemócratas. Un tropiezo que amenaza en convertirse en caída libre si las sospechas en las que se ven envueltos sus dirigentes se concretan.