Rusia se ve legitimada para atacar a la OTAN si esta despliega armas nucleares

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Cadetes del Ejército ruso ensayan para un desfile militar, ayer en San Petersburgo.
Cadetes del Ejército ruso ensayan para un desfile militar, ayer en San Petersburgo. ANATOLY MALTSEV | EFE

Polonia advierte de que cualquier agresión terminará con la derrota de Moscú

25 abr 2024 . Actualizado a las 22:50 h.

El juego de intimidación entre Rusia y la OTAN ha llegado a un nuevo extremo esta semana. Todo empezó el lunes, cuando el presidente polaco, Andrzej Duda, declaró que su país está dispuesto a colocar armas nucleares de la alianza en su territorio. Moscú reaccionó ayer con osadía. «El emplazamiento permanente de armas nucleares en Polonia sería puramente desestabilizador. De hecho, sería amenazante», afirmó el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, antes de añadir que «las correspondientes instalaciones» se convertirán en objetivos del Kremlin.

El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, no tardó en responder en los mismos términos. Un ataque ruso a la OTAN terminaría con la derrota de Moscú, advirtió. Además, los Estados de la alianza suman «tres veces más soldados que Rusia, un PIB veinte veces mayor, seis veces más población... y tienen valores democráticos». Skorski habló directamente para el pueblo ruso, al que recomendó invertir en sus tierras en vez de invadir otras, acabar con la guerra y «echar del poder a asesinos y ladrones, como ya se hizo en Polonia». Una referencia clara a Ley y Justicia (PiS), el partido de ultraderecha que gobernó el país desde el 2015 hasta octubre, cuando la Plataforma Cívica de Donald Tusk lo derrotó.

Poco después de ese pulso de amenazas, el Kremlin quiso sacar pecho también ante la Casa Blanca. Washington lleva semanas enviando en secreto misiles ATACMS de largo alcance a Kiev, como anticipo extraoficial del proyecto de ley que Joe Biden ha conseguido sacar adelante: 95.000 millones de dólares en ayuda exterior a Ucrania, Israel y Taiwán. Una victoria legislativa bipartidista que acabó como «un buen día para la paz mundial», celebró Biden. El Kremlin lo contradijo: «Esto no cambiará el resultado, solo le traerá más problemas a Ucrania».

Europa, mortal

El presidente francés, Emmanuel Macron, sigue elevando la voz de alarma y endureciendo su discurso. «Nuestra Europa hoy es mortal y puede morir. No estábamos armados contra los riesgos que debemos afrontar. Las reglas del juego han cambiado», aseveró. La agresión rusa es una amenaza existencial para el continente y, según Macron, es necesario adoptar una estrategia de defensa «creíble», menos dependiente de Estados Unidos. Hay que marcar «límites» a Moscú y el francés tiene claro por dónde empezar. Hacen falta nuevas sanciones, dijo, contra las personas y organizaciones rusas que intentan enturbiar las elecciones europeas y la democracia en los Veintisiete.

Suecia escuchó atentamente sus palabras. El año que viene estrenará su membresía en la OTAN (se unió en marzo) enviando a Letonia un batallón reducido para apoyar a las fuerzas de la alianza. El objetivo, sostuvo el primer ministro Ulf Kristersson, es aumentar la defensa en la región ante el avance de las tropas rusas en Ucrania.

Y volviendo a cuestiones nucleares, Rusia vetó este jueves una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear la carrera de armas atómicas en el espacio exterior. «¿Por qué, si un país sigue las reglas, no apoyaría una propuesta que las reafirme? ¿Qué podría estar ocultando?», se preguntó la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield.